Almendros en flor en Tejeda, uno de los pueblos más bonitos de España

La floración de los almendros es un espectáculo para los sentidos en esta isla de interior montañoso, que invita a emprender rutas por sus sinuosas carreteras. Tejeda acapara la atención estos días, pues a la belleza de sus paisajes suma la celebración de la Fiesta del Almendro en Flor, que cumple 50 años y acaba de ser declarada fiesta de interés turístico nacional. 

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El pregón, la entrega del Almendro de Plata, el folclore y los bailes, los deportes autóctonos… En la fiesta del Almendro en flor de Tejeda no solo se disfruta del espectáculo visual, también se dan a conocer la cultura y tradiciones canarias. Y entre ellas, no faltarán ni las degustaciones de la gastronomía local y los productos típicos de la tierra ni las muestras de artesanía y los oficios y las labores de siempre. 

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Tejeda está situada en el corazón de la isla, en las Montañas Sagradas de Gran Canaria, que junto al Paisaje Cultural del Risco Caído forma parte de la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. La llegada hasta el pueblo despierta los sentidos en estos meses en los que los copos blancos de los almendros cubren sus barrancos.

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LOS MEJORES SITIOS PARA VER LOS ALMENDROS

Si se llega a Tejeda desde Las Palmas de Gran Canaria, los almendros empiezan a desvelarse al llegar a San Mateo. Antes de alcanzar la Cruz de Tejeda, el mirador de la caldera ofrece unas vistas espectaculares. Antes de entrar en el pueblo, los almendros se contemplan a ambos lados de la carretera. 

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Pero para asistir al espectáculo como se merece, hay que calzarse las botas y emprender alguna de las rutas a pie que salen de Tejeda y que se adentran entre los almendros, como el itinerario circular que pasa por La Culata y Cruz de Timagada y se recorre en unas 3,5 horas, ascendiendo a una altitud de casi 1300 metros y disfrutando de magníficas panorámicas del Roque Nublo. 

Otra ruta más exigente, también circular, para la que hay que emplear 4 horas de recorrido, lleva hasta los pues del Roque Nublo, una de las peñas naturales más grandes del mundo y emblema de Gran Canaria.

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EL PUEBLO MÁS BONITO

Almendros y montañas rodean Tejeda, pero este es también un pueblo precioso con un casco histórico de callejuelas peatonales y casas blancas de arquitectura tradicional que ofrecen una preciosa estampa. Un paseo por ellos lleva hasta la iglesia de Nuestra Señora del Socorro. Frente a ella abre sus puertas un museo dedicado a un reconocido escultor local: Abraham Cárdenes. A solo 5 minutos caminando, otro interesante lugar, un centro en plantas medicinales. Pero hay un lugar en el pueblo por el que nadie deja de pasar, Dulcería Tejeda, que ofrece una amplia gama de dulces, muchas de ellas elaborada con la almendra, el fruto de sus campos.   

EL MEJOR LUGAR PARA DORMIR

Las vistas sobre los barrancos de la caldera volcánica que ofrecen las habitaciones del Parador Cruz de Tejeda (parador.es) dan para imaginar que uno está en el Cañón del Colorado. Darse un baño en su piscina es una experiencia tan especial como reconfortante es, después de contemplar los almendros, visitar su spa y degurtar unas ricas papas arrugadas con mojo o unos quesos de Tejeda.