Destinos a los que escaparte si te toca el Gordo de la Lotería

POLINESIA FRANCESA

Si te toca el Gordo esta Navidad puedes permitirte una escapada exclusiva como Bora Bora y otras islas que componen la Polinesia Francesa, uno de los destinos más exóticos del mundo. Pero para disfrutarlo como se merece hay que alojarse en un resort de lujo al que solo se pueda llegar en barco o helicóptero y disfrutar de lujos como descansar en una villa a pie de playa bajo el monte Otemanu o sobre las aguas azul turquesa, tener a tu disposición un chef personal, mayordomo, piscina privada…

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MACHU PICCHU

Entre los destinos favoritos del mundo siempre está la Ciudad Perdida de los Incas, que se alza en un inaccesible paraje de los Andes peruanos. Su conservación, la perfección de sus construcciones y, sobre todo, su escenario natural, encajonada en la cresta de un cerro sobre el valle del río Urubamba, hacen de este yacimiento uno de los tesoros arqueológicos más valiosos y, desde luego, de los más místicos del planeta. Más exclusivo aún puede ser llegar hasta él a bordo del lujoso tren Hiram Bingham atravesando los impresionantes paisajes de la región, salpicados de coloridos pueblos andinos y misteriosos vestigios de lo que una vez fueron ciudades incas.

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FIORDOS NORUEGOS

Símbolo de la belleza natural del país, los fiordos noruegos se exploran desde sus miradores y a bordo de un crucero por sus aguas. Parecen tranquilos lagos azules, pero en realidad son brazos de los mares que se adentran tierra adentro protegidos por majestuosos acantilados de los que a veces caen cascadas espectaculares. Hay más de mil, pero los más emblemáticos están en la costa oeste y son Nærøyfjord, Sognefjord,  Lysefjord y Geirangerfjord (en la imagen). 

EGIPTO Y EL NILO

Los apasionados a la arqueología y a la antigua civilización egipcia no tienen otro destino soñado que Egipto. A bordo de un crucero por el Nilo, ese río que abre una fértil brecha en pleno desierto, se van descubriendo, entre El Cairo y Abu Simbel, sus más importantes escenarios: las pirámides de Giza, el complejo de Karnak, el templo de Luxor, el insólito de Kom Ombo, el de Edfú... Próximamente, se podrá disfrutar también de la nueva atracción del país: el Gran Museo Egipcio, cuya inauguración está prevista para 2023.

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AUSTRALIA

Sí, Australia está lejísimos, pero con tiempo y dinero es un destino increíble para descubrir. La panorámica de Sidney desde el Puente del Puerto es ciertamente sobrecogedora, pero qué decir de la visión de los imponentes Doce Apóstoles alzándose sobre las aguas azul cobalto del océano Antártico o los parques nacionales de Uluru Kata Tjuta o Purnululu. ¿Y la Gran Barrera de Coral (en la imagen) desde un vuelo panorámico en helicóptero? 

CRUCERO POR LA ANTÁRTIDA

Navegar. Con la mente en blanco. Frío. Icebergs. Tierras heladas. Glaciares. Luz. Calma. Es el momento de desconectar del mundo que se deja atrás y embarcarse en un crucero por el continente más inexplorado del planeta. Una experiencia insólita para los que no le temen al frío pero quieren vivir algo único.

NUEVA YORK

Conocidísima, imprescindible, deseada…, Nueva York, lo queramos o no es la capital del mundo y todo en ella es distinto al resto de los Estados Unidos. Aunque es un destino ya accesible para muchos, pues son millones de visitantes los que acuden cada año, para otros está en la lista de pendientes. Descubrir sus calles y avenidas de cine, sus museos, tiendas y galerías donde se crean las tendencias mundiales y monumentos para el recuerdo como el Empire State Building, el puente de Brooklyn o la Estatua de la Libertad es algo único.

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MONTAÑAS ROCOSAS DE CANADÁ

Siendo el segundo país más grande del mundo, es normal que Canadá esté rebosante de maravillas naturales. Para amantes de la naturaleza con mayúsculas y, por supuesto, para bolsillos desahogados, un viaje soñado es descubrir las Montañas Rocosas. En los parques nacionales de Banff, Jasper y Yoho están algunos de los mejores paisajes.

LAPONIA

Explorar las tierras de Suecia, Finlandia y Noruega que se extienden por encima del Círculo Polar Ártico puede ser el sueño hecho realidad de muchos afortunados con el Gordo de la Lotería de Navidad. En este vasto territorio, la aventura y el descubrimiento de una naturaleza impresionante cautiva a cualquiera. Ver el espectáculo del baile de las auroras boreales, conocer el pueblo de Papá Noel, disfrutar de un paseo en trineo tirado por renos o perros, dormir en un iglú con techo de cristal o hacer todo tipo de actividades en la nieve son experiencias extraordinarias.

DUBAI: RASCACIELOS Y DUNAS 

Visitar este pequeño país del golfo Pérsico es sumergirse en un fenómeno incomparable de excesos. Podrás subir al edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa, imprescindible el mirador de la planta 148, también el más alto del mundo. A eso le sumas un gigantesco puerto y aeropuerto, urbanizaciones que crecen sobre el mar como The Palms y las 300 islas artificiales de World Island donde han comprado casas deportistas y miembros de la jet set de todo el planeta. También sus mall o centros comerciales, como Dubai Mall, a los pies del Burj Khalifa, con más de un millar de tiendas de marcas de lujo que rivalizan con los mejores escaparates de Nueva York o París. Imprescindible un safari por las dunas de la Reserva Natural Protegida Al Maha. 

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NUEVA ZELANDA

Otros, si les toca el Gordo de la Lotería de Navidad desearían perderse al otro lado del mundo. Ahí, en las antípodas, muy cerca de Australia y plantado en el Pacífico, está Nueva Zelanda, un país de contrastes formado por dos grandes islas: la Isla Norte y la Isla Sur, además de muchas otras pequeñas, rebosantes de una naturaleza espectacular, paisajes del vino y antiguas tradiciones maoríes. 

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SEYCHELLES

Elegido por muchos famosos para desconectar el reloj, bucear y navegar, este archipiélago es la imagen que todos tenemos del paraíso. Lo forman 155 islas rodeadas de aguas turquesas, arenales a la sombra de palmeras acariciadas por la brisa del Índico, arrecifes de coral a poca distancia de la orilla, exclusivos resort de lujo desenfadado y una naturaleza desbordante, donde más de la mitad de su territorio es parque nacional. 

UN SAFARI EN ÁFRICA

«Hay algo en la vida del safari que te hace olvidar todas las penas y sentirte como si te hubieras bebido media botella de champán… con el corazón rebosante de gratitud por el hecho de estar viva». Lo dijo Karen Blixen, la baronesa que, en los comienzos del siglo XX, se instaló en la Kenia colonial para sacar adelante una plantación de café. Y es también lo que buscar sentir los que tienen este país donde palpita el África salvaje como destino soñado. Recorrer en un todoterreno la sabana de Masai Mara, entre Kenia o Tanzania para ver de cerca leones, cebras, antílopes, asistir al espectáculo de la migración de los ñus, compartir momentos con los guerreros masai o dormir en los lujosos y exclusivos lodges que ofrecen las reservas privadas no se hace todos los días. Como tampoco avistar a los big five en el Parque Nacional Kruger de Sudáfrica o en Botswana.

ISLAS FIJI

Al otro lado del mundo, en los Mares del Sur, encontramos este paraíso de más de 300 islas hermosas con la combinación perfecta de sol, playas interminables, barreras de coral, bosques tupidos, espectaculares hoteles y un sinfín de actividades. Viti Levu es la isla principal del archipiélago y donde se encuentra el aeropuerto internacional. De allí es posible partir a otras islas como Yasawa y las Mamanucas en busca de secretas playas perdidas, o a Treasure Island, con un hotel de lujo en su interior. Para buscar un alojamiento acorde a las circunstancias habrá que ir a la isla privada de Wakaya, donde se encuentra el lujoso The Wakaya Club & Spa (wakayaresort.com), en el que han buscado refugio famosos como Pierce Brosman, Michel Pfeiffer, Russell Crowe, Bill Gates o Nicole Kidman.

VOLAR A JAPÓN Y DORMIR EN UN RYOKAN

También Japón es otro de los destinos con el que muchos sueñan. Un país que después de muchos meses cerrado por la pandemia, vuelve a abrir la puerta al turismo. Lo primero es conocer Tokio, una fantasía de contrastes donde conviven con total normalidad el orden y el caos, las luces de neón y los jardines y templos budistas y sintoístas. Y después, un recorrido que pase por sus imprescindibles: Kioto, el Monte Fuji, el camino de peregrinación Kumano Kodo, la isla de Miyajima, el monte Koya, Osaka, Nara –la antigua capital–, los Alpes japoneses… Un viaje y una cultura diferente a todo lo que conoces.

Cosas que ver y hacer en Japón y no vas a olvidar nunca

Una experiencia para vivir es alojarte en un ryokan, uno de esos hoteles tradicionales desperdigados por el país en los que late lo más ancestral de la cultura nipona, donde desprenderse de zapatos, ponerse un quimono y vivir una noche oriental como un auténtico japonés. Eso es lo que ofrecen estos alojamientos, además de sus onsen o baños termales, tranquilos jardines y mucha hospitalidad. En el interior rigen unas normas no escritas de silencio y recogimiento. Las habitaciones tienen grandes ventanales con vistas al jardín, porque, según la sabiduría oriental, el sueño debe conciliarse arropado con los sonidos del campo. Una buena elección para vivir esta experiencia en Kyoto es el ryokan Tawaraya que ha acogido a reyes, emperadores y políticos, no tiene internet y las reservas se hacen por teléfono con meses de antelación. En Tokio una buena opción es Ginza Yoshimizu (yoshimizu.com) con exquisitas habitaciones.

MALDIVAS, CENA PARA DOS EN EL ÍNDICO

Ni en los mejores sueños uno se imagina con su pareja en un islote desierto del Índico, atendidos por un par de camareros trayéndonos hasta la mesa, una por una, las delicias preparadas por un chef en exclusiva, en medio de la arena de la playa, iluminada por la luz de las velas. ¿Puede haber una cena más inolvidable? El resto del día solo habrá que tumbarse entregados a la dolce far niente, o recorrer las playas buscando peces de colores en los arrecifes de coral. 

PATAGONIA CHILENA

Rumbo a Tierra de Fuego, la gigantesca isla compartida por Argentina y Chile, flanqueada por el estrecho de Magallanes y el canal de Beagle, el último confín de la tierra, territorio de agua, fiordos, hielos, estrechos y cabos. La mejor manera de recorrer este territorio es a bordo de un crucero, como el Stella Australis (australis.com), que arranca en Punta Arenas, capital de la Antártida chilena, para hacer la ruta Fiordos de Tierra de Fuego. Durante el crucero, que finaliza en Ushaia (Argentina) se efectúan desembarcos con zódiacs para alcanzar los lugares más remotos y espectaculares.

EL PARAÍSO DE ISLA MAURICIO

Un rincón tropical africano muy alejado del continente y a 1000 kilómetros de Madagascar que es un auténtico paraíso. Por sus playas de un blanco cegador, por su mar color turquesa, por su ritmo tranquilo, su exotismo o su variedad de culturas. Una vez allí habrá que subir a la cumbre de Le Morne Brabant, con las mejores vistas, adentrarse en el Parque Nacional de Black River Gorges, acercarse al mirador de la Tierra de los Siete Colores y recalar en la bulliciosa capital de Port Lluis. Y de este paraíso se disfruta más desde un alojamiento exclusivo como es el Royal Palm Beachcomber Luxury (beachcomber-hotels.com), en la costa noroeste y al borde de una larga playa de arena blanca. Allí estuvieron Matthew McConaughey y Anne Hathaway durante el rodaje de la película Serenity.

OMÁN, NOCHES ESTRELLADAS EN LA ARABIA FELIZ

De tradición beduina, este tranquilo sultanato alfombrado de desiertos aún recibe poco turismo y allí reina la hospitalidad y al extranjero se le recibe como al mejor huésped mientras sus habitantes se comportan con la nobleza de las gentes del desierto. Desde Mascate, la capital portuaria, es fácil hacer a alguna excursión para ver el atardecer en las dunas del desierto. Para vivir una experiencia única, el Six Senses Zighy Bay (sixsenses.com/en/resorts/zighy-bay), ubicado en el extremo norte del país, es uno de los alojamientos más exquisitos del mundo, donde podrás alojarte en una de sus exclusivas villas ecológicas solo aptas para bolsillos desahogados.

BALI, AUTÉNTICO LUJO ASIÁTICO

A la isla de los dioses hay que ir en busca de sus templos milenarios, de los que dicen hay tantos como habitantes en esa porción de Indonesia. En ellos se plasma la máxima expresión de la belleza. Los más espectaculares están diseminados por la costa sur, algunos flotan en medio de las aguas, como el de Tanah Lot, o se erigen sobre vertiginosas crestas como el del Ulu Watu. En los inmensos arrozales de la región de Ubud se contempla la estampa de los agricultores con sombreros cónicos hundidos en el agua. Descendiendo a lo más terrenal en Bali se podrá exprimir el auténtico lujo asiático con los servicios más refinados de sus hoteles, como el Bulgari Resort (bulgarihotels.com), el máximo exponente del lujo y la exclusividad, cercano a uno de los templos más impresionantes de la isla, el de Ulu Watu.