Diez rutas inolvidables (a pie o en coche) por los Picos de Europa

DE UDRÓN A TRESVISO 

Tresviso no llega al centenar de habitantes, pero alcanzar sus alturas es una de las excursiones más recomendables de la vertiente cántabra de Picos de Europa. Si se hace en coche, hay que hacerlo desde Sotres por una carretera estrecha y con barrancos que impresiona, tanto como los paisajes que se contemplan subiendo a pie desde Udrón, en el desfiladero de la Hermida. Una ruta de 11,6 kilómetros, con un desnivel de 825 metros y dificultad media, que tiene como platos fuertes el zigzag del sendero, el balcón de Platos o los prados de los Invernales de Prías, donde pastan caballos, vacas y ovejas, antes de llegar a Tresviso y degustar, después del esfuerzo, su queso picón con denominación de origen protegida. El camino de vuelta se hace por el mismo sendero. 
 

SUBIDA AL PICO URIELLU 

Tiene 2519 metros de altura y aunque no es el pico más alto de la Cordillera Cantábrica, su perfil es inconfundible. El Naranjo de Bulnes o Pico Urriellu es una montaña mítica de los Picos de Europa. Se localiza en el concejo asturiano de Cabrales y recibe su nombre por el color del que se visten sus paredes a la caída del sol. Para subir a ella existen dos rutas principales, desde Puente de Poncebos (5 horas y media) o, más sencilla, la que parte desde Sotres y en 3 horas llega a sus pies, a 1960 metros de altitud, donde se encuentra un concurrido refugio en el que muchos pasan la noche. 

DE POTES A FUENTE DÉ  

La capital del valle de Liébana es una villa con tanta historia como sabor y encanto rural, en una encrucijada de caminos que acerca a las majestuosas cumbres de los Picos de Europa. A ella se llega desde la costa atravesando el desfiladero de la Hermida, una garganta de paredes apretadas que se extiende a lo largo de 20 kilómetros, o desde el puerto de Piedrasluengas. La carretera entre Potes y Fuente Dé es una preciosa ruta para descubrir paisajes y tesoros monumentales, como el monasterio de Santo Toribio de Liébana o el pueblo de Mogrovejo, pero también para disfrutar de un típico cocido lebaniego a orillas del río Deva, fiel compañero en el camino. 

RUTA DEL CARES 

Entre los tajos naturales que atraviesan el corazón de los Picos de Europa, el que abre el río Cares en su camino hacia la costa es uno de los más espectaculares. Un precioso cañón que une Caín, en León, con Puente Poncebos, en Asturias, y que se recorre por una senda de 11 kilómetros que enlaza dos de sus inmensos macizos. El camino discurre a media altura por el estrecho pasillo tallado por el río atravesando grutas, puentes y senderos esculpidos en la roca. Como el itinerario es lineal, si se quiere hacer completa es importante planificar el regreso y volver al punto de partida en taxi de montaña.  

Guía para hacer la ruta del Cares, una clásica excursión en Picos de Europa

DE FUENTE DÉ A LOS PUERTOS DE ÁLIVA 

A los pies del circo glaciar de Fuente Dé nace el truchero y salmonero río Deva, y tiene su base el teleférico que lleva al mirador del Cable, un espectacular balcón natural a 1850 metros de altura que despliega una panorámica inmensa a las cumbres de Picos de Europa y a los valles lebaniegos. Subidos en sus cabinas rojas se salvan, en menos de cuatro minutos, los 753 metros de desnivel entre la base y el mirador. Aunque es toda una experiencia, una vez arriba se puede completar la jornada haciendo alguna ruta por estos roquedos, como la que desciende a los puertos de Áliva o, en 2 horas y media (solo ida), alcanza la cabaña Verónica. 

SOTRES, EL PUEBLO MÁS ALTO DE ASTURIAS 

A 1050 metros de altitud se encuentra el pueblo más alto de Asturias y subir a él es todo un placer para excursiones y montañeros, muchos de los cuales inician desde él otras rutas. La carretera es una constante subida desde el puente de Poncebos, que atraviesa pequeños túneles oradados en la roca. Las aguas del río Duje acompañan el camino, hasta que al llegar al valle de Tielve, se descubren los rebaños de ovejas y cabras pastando en las alturas. Tras 11 kilómetros se alcanza Sotres, el pueblo más alto del concejo, en cuyas cuevas naturales madura el queso de Cabrales. 

RUTA A BULNES 

Ni andando ni en coche, la ruta a Bulnes se hace en funicular, pues es el único pueblo de Asturias sin acceso rodado. En Puente Poncebo se localiza el aparcamiento y la terminal inferior desde la que se asciende por un túnel horadado en la peña Maín hasta el corazón del macizo central de los Picos de Europa. El cómodo recorrido de apenas 10 minutos acaba en el barrio de abajo de Bulnes, que, gracias a su secular aislamiento, ha conservado todo el encanto de una aldea de montaña rodeada de cresterías calizas. Desde aquí parten numerosos itinerarios señalizados, como el que lleva al mirador de Bulnes. El descenso se puede hacer también en el funicular o caminando por el espectacular sendero de unos cuatro kilómetros que recorre la Canal del Tejo, el único acceso a la aldea hasta 2001. 

LAGOS DE COVADONGA 

Una sinuosa carretera que salva increíbles desniveles y abruptos precipicios asciende desde el santuario de Covadonga a otro santuario (pero este natural), el de los lagos de Covadonga, situados a 1000 metros de altitud. De este conjunto de lagunas sobresalen los lagos de Enol, el de mayores dimensiones, y de Ercina, rodeados de excelentes prados donde vacas, caballos y ovejas pastan libremente. En el camino merece la pena hacer un alto en el mirador de la Reina para admirar con distancia la acción de los glaciares en el corazón montañoso de los Picos de Europa. El recorrido se hace en coche (en verano, en autobús), pero una vez en los lagos se puede iniciar una sencilla y bonita ruta lineal hasta el refugio de Vegarredonda. Son 8,15 kilómetros, 2 horas y media caminando. 

PUEBLOS DEL VALLE DE VALDEÓN 

Más allá de la ruta del Cares, el valle de Valdeón lo forman 8 pequeños pueblos y cientos de cumbres: Caín, Posada de Valdeón y el resto también con el mismo apellido: Soto, Santa Marina, Prada, Los Llanos y Caldelvila, encajados entre las montañas leonesas. La ruta que enlaza todos ellos comienza en el puerto de Pandetrave y tiene como primera parada el mirador de Piedrashitas, con una de las mejores vistas del Macizo Central de Picos de Europa. El recorrido, además de paisajes espectaculares y miradores, es un derroche de arquitectura tradicional en todas estas encantadoras aldeas, donde se ven hasta 17 hórreos históricos. 

DESFILADERO DE LOS BEYOS

A media hora de Cangas de Onís, el río Sella ha horadado en la roca caliza este magnífico desfiladero que se recorre por la senda del Arcediano, un atractivo camino empedrado de 13 kilómetros que enlaza Soto de Sajambre con la aldea de Amieva. Una zona donde podemos conocer la forma de vida de los habitantes de los pueblos de este entorno y ver cómo se han adaptado desde hace cientos de años a la orografía de este terreno y cómo han sabido sacar partido a lo que tenían más cerca y abundante: animales, leche… por ejemplo, para elaborar productos tan apreciados como el queso de Los Beyos. El punto de partida y final de esta ruta es el pueblo de Oseja de Sajambre, son 32 kilómetros ida y vuelta en coche (una hora, sin paradas).