EL ZIELO DE LEVANTE SOBRE NUESTRAS CABEZAS
El primer alojamiento de estas características que abrió sus puertas en 2020 en la Comunidad Valenciana fue Zielo de Levante, un bubble hotel en el pueblo de Tírig, en Castellón, en la comarca del Alto Maestrazgo y a pocos kilómetros de sus famosas playas. Dormir en plena naturaleza pero con todas las comodidades de un hotel es posible en este alojamiento con parcelas privadas valladas, camas king size, desayuno en la parcela, duchas con vistas al cielo… las burbujas premium cuentan con una segunda ‘burbuja de estar’ a modo de sala junto a la habitación, bañera de hidromasaje en la parcela, otras con jacuzzi e incluso una de ellas con piscina climatizada privada.
En el Museo de la Valltorta, junto al hotel, se pueden admirar pinturas rupestres o sumarse a alguna de las visitas guiadas que ofrecen. Y en el Parque Cultural de la Valltorta, dentro del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo Peninsular Patrimonio de la Humanidad, encontramos varios abrigos con algunos de los yacimientos más importantes de pintura rupestre levantina.
VISTAS PANORÁMICAS AL CIELO DE GREDOS
Para vivir una noche de glamping en Ávila hay que alojarse en Gredos Estelar, un hotel burbuja a los pies de la sierra de Gredos. El mayor tesoro de Navatalgordo, la localidad donde encontramos este alojamiento, es la naturaleza, sus paisajes y la tranquilidad del entorno. A 40 km de la ciudad amurallada de Ávila y 100 de Madrid, su cielo alejado de la contaminación lumínica brilla en las noches despejadas. Las suites burbuja se sitúan en parcelas privadas, con burbuja dormitorio y otra para el baño completo, totalmente climatizadas, con spa exterior, cama king size y terraza para estar al aire libre.
La zona es un buen punto de partida para emprender excursiones senderistas por la sierra, recorrer el Pinar de Hoyocasero (a 17 km), un jardín botánico al aire libre con medio millar de plantas inventariadas, o visitar alguno de los pueblos más bonitos del entorno como Navarredonda de Gredos (a 33 km) u Hoyos del Espino (a 38 km).
LA BELLEZA SALVAJE DE LAS BARDENAS REALES DE NAVARRA
La belleza del Parque Natural de las Bardenas Reales, declarado Reserva de la Biosfera, que ha sido modelado a capricho por la erosión de los vientos y la lluvia, es el marco perfecto en el que se asienta el hotel Aire de Bardenas. Su paisaje cambiante en el que imperan barrancos afilados, cerros, mesetas y cortados de apariencia casi lunar se disfruta en una escapada, y de su cielo puro, sin contaminación lumínica, se hace desde las burbujas equipadas con todas las comodidades del hotel.
Este alojamiento de lujo, uno de los más admirados y premiados de Navarra, tiene piscina para refrescarse en las tardes de verano, un restaurante donde se disfruta de los productos de kilómetro cero de la gastronomía Navarra –también tienen su propio huerto– y propone actividades a sus huéspedes como recorridos en 4x4 por las Bardenas, visitas acompañados de un guía, masajes, o catas de aceite ecológico junto con una visita al olivar y la almazara.
ALBARARI, BURBUJAS ASTRONÓMICAS BAJO EL CIELO DE GALICIA
50 metros separan la playa de las Margaritas de estas burbujas en la localidad de Oleiros y apenas 12 kilómetros del centro urbano de A Coruña, justo al otro lado de la ría. Tanto este espacio como otro que la misma propiedad tiene en la localidad de Sanxenxo y donde también puedes alojarte en burbujas han sido concebidos como observatorios astronómicos y centros de interpretación de las estrellas, lugares para disfrutar en contacto directo con la naturaleza y el firmamento.
Camas de matrimonio con dosel, climatización frío/calor, baños completos con bañera –unos con bañeras alargadas en una burbuja anexa y otros con bañeras redondas a los pies de la cama–, jardín privado y equipadas con telescopios para observar las estrellas desde dentro de tu habitación.
NOMADING CAMP, GLAMPING EN LA SIERRA MALAGUEÑA
La malagueña Ronda, sobre un afilado tajo y en mitad de un paisaje de inmensos desfiladeros por los que se precipitan las aguas del Guadalevín, es el escenario natural en el que se ubica este alojamiento a solo 6 kilómetros del centro de la ciudad. Un hotel situado en medio de un olivar en el que las burbujas se rodean de olivos centenarios (nomadingcamp.com).
Las estrellas se ven desde la cama, una experiencia romántica gracias a sus cúpulas transparentes en espacios íntimos. Por supuesto, no faltan todas las comodidades: equipadas con aire acondicionado, ahora que suben las temperaturas, colchones de alta gama, baño completo dentro de la burbuja hasta con bañera y un espacio privado que garantiza la intimidad a la vez que disfrutas de la naturaleza que las rodea. Preocupados por el medio ambiente, no utilizan plásticos de un solo uso y eso es un plus. Las burbujas cuentan un telescopio de última generación para observar de cerca la luna y todas las constelaciones. La noche es puro espectáculo en este glamping de Andalucía.