Podía haber elegido el fin del mundo, pero Mariah Carey decidió grabar en Laga su videoclip Sweetheart. Una bella elección, sin duda, porque este arenal es muy musical, con buenos surfistas bailando al son de las olas. Gracias al impresionante peñón calcáreo de Ogoño sobre el que se acuesta, que se eleva a casi 300 metros de altura, muchos la consideran la playa más hermosa del litoral vasco. Bien se ve que el oleaje no encuentra defensas, pero su arena blanca y fina la resarcen de cualquier carencia. Además, su importante zona dunar va creciendo año tras año debido a las vallas de regeneración, lo que embellece el paisaje.
En esta playa ventosa desemboca el arroyo de Laga y cuenta con un pinar y un pequeño merendero. Cuando las olas arrecian no faltan surfistas a los pies del Ogoño.
En la zona oeste del arenal se encuentran rocas que proceden de restos de conchas y demás animales marinos. Las rocas altas están en la parte este, aquí las aguas son profundas y los más atrevidos saltan y bucean entre las olas.
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Una costumbre muy extendida fuera de temporada estriba, después del paseo, en merendar chocolate con pan tostado en el restaurante Toki Alai (que, además, abre todo el año), aunque mejor en días lluviosos. Truene o luzca el sol, siempre merece la pena visitar su animada terraza.
Para contemplar el medio kilómetro de arenal en toda su extensión, se puede hacer una ruta en barco desde Bermeo bordeando la costa y el cabo Ogoño o bien subir al mirador del acantilado desde el cementerio de Elantxobe y, tras una agradable caminata entre helechos, admirar una vista magnífica de él y de Bermeo. Ya se sabe que ver las cosas desde las alturas se ven con otra perspectiva.
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MUY PRÁCTICO
Acceso y aparcamiento
A 50 kilómetros de Bilbao, a Laga, en el municipio de Ibarrangelu, se accede desde Gernika-Lumo, que queda a 16 kilómetros. Hay aparcamiento, pero en verano se llena y hay que dejarlo en el arcén de la carretera si no se llega temprano.
Longitud
574 metros.
Características
Abierta al mar, de arena fina y dorada, ventosa y con oleaje, grado de ocupación alto en verano, merendero, chiringuitos, bar-restaurante, duchas y vigilancia.
Actividades
El surf es el deporte rey en esta playa, con varias empresas que ofrecen cursos o alquiler de tablas, como Laga Surf Camp (lagasurfcamp.com), Totalsurfcamp (totalsurfcamp.com) o Surf Market (surfmarket.org). También vela y piragüismo.
EN EL ENTORNO
Elantxobe
Al abrigo del cabo Ogoño este pequeño pueblo costero no puede ser más encantador, con sus estrechas y empinadas calles y sus casitas marineras en torno a un anfiteatro natural que acaban en el recogido puerto pesquero. Desde Akorda un sendero lleva hasta la ermita de San Pedro Atxerre para contemplar la mejor vistas del pueblo y de la Reserva de Urdaibai.
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Playa de Laida
La playa más grande de la ría de Mundaka es también una de las mejores del Cantábrico para hacer surf, pues, según dicen, tiene la mejor ola de izquierdas del mundo, y eso es mucho para los amantes de este deporte que vienen desde muy lejos solo para cabalgar en su ola. Se forma en la llamada barra de Mundaka, llega a alcanzar los cuatro metros de altura y muere en esta playa que forma parte de la Reserva de Urdaibai.
Estuario de Urdaibai
Decenas de especies de aves la utilizan como lugar de paso y zona de descanso de anidación y de cría, pero Urdaibai es mucho más que un paraíso para las aves, es el espacio natural con la mayor diversidad paisajística y ecológica de la costa vasca. Reserva de la Biosfera, además de Patrimonio de la Humanidad, alberga un valioso tesoro biológico cuyo corazón es el río Oka, que se transforma en ría al llegar a Mundaka y crea unas espectaculares marismas llenas de vida.
Mundaka
Volcado al mar está este pueblo de estrechas callejuelas, casonas hidalgas, viviendas de pescadores que desembocan en su diminuto y encantador puerto pesquero. También tiene buenos miradores a la Reserva de Urdaibai, como los de la Atalaya y Santa Catalina. En verano, Mundaka es un animado lugar turístico repleto de visitantes que disfrutan de las playas o el txikiteo en sus bares. Y otoño son los surfistas de medio mundo los que llegan en busca de su famosa ola izquierda.
Lekeitio
De este bonito pueblo pesquero lo que atrae son, primero, sus paseos junto al mar, luego sus playas: la de Isuntza, la principal; Karraspio, la más larga, y, en la desembocadura del río Lea, La Salvaje, la más pequeña, con unas vistas espectaculares. También un casco antiguo con un rico patrimonio artístico en el que sobresalen algunos palacios y la basílica de la Asunción de Santa María. Y por si fuera poco, se disfruta además de su animado ambiente estival, el faro de la Tala, donde muchos se acercan para ver cómo se enrabieta el Cantábrico, o la isla de San Nicolás, alcanzable a pie en bajamar.
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