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EL NACIMIENTO DEL RÍO CUERVO Y SUS SALTOS DE AGUA
Una de las cascadas más bellas de España es la que forma el río Cuervo en la serranía de Cuenca. Poco después de su nacimiento en Vega del Codorno las aguas del río echan a volar por uno de esos cortes verticales tan frecuentes en las serranías calcáreas. El sendero que conduce hasta el famoso salto arranca en el aparcamiento que hay habilitado junto a la carretera CM-2106, a 4 kilómetros de Vega del Codorno. El camino de subida se realiza entre el río y un magnífico pinar hasta llegar frente a la cascada. Si continuamos el sendero se contempla la parte superior de la caída y, poco más arriba, el nacimiento del Cuervo. Allí, por una pequeña grieta del cerro de San Felipe, a casi 1500 metros de altura, las aguas surgen tumultuosas tras abrirse paso por galerías subterráneas disolviendo y horadando la roca caliza. Nos encontramos ante el lugar más lluvioso de Cuenca y, también, el más florido, con más de 19 especies de orquídeas en la zona.
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PASEOS POR EL ALTO TAJO
A tan solo 10 kilómetros de Molina de Aragón encontramos el barranco de la Hoz, un gran cañón de piedra arenisca por el que se abre paso el río Gallo, principal afluente del Tajo, en uno de los tramos más soberbios que dibujan los cañones del Tajo y sus afluentes. Se llega a él por una carretera de curvas que parte del pequeño pueblo de Ventosa. Junto al río, y empotrado en uno de los descomunales monolitos que encajonan las aguas está el santuario de la Virgen de la Hoz.
Las aguas han ido tallando este abrupto paisaje rojizo de formas caprichosas, cubierto por una frondosa vegetación de ribera, durante millones de años. Roques imponentes y profundas cuevas naturales donde crecen los robles, pinos resineros, quejigos y laricios. Desde abajo, una senda permite trepar los 279 escalones labrados en la pared vertical que llevan a lo más alto del barranco, donde distintos miradores nos permiten irnos deleitando con las vistas.
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LA SENDA ECOLÓGICA DEL TAJO
Muchos conocen los imprescindibles de la ciudad de Toledo, la Catedral, el Alcázar, los grecos, el barrio judío, las sinagogas…, pero no tantos conocen que, pegadita al casco histórico, existe la senda ecológica del Tajo que permite caminar por la margen derecha del río mientras contemplamos garzas, cormoranes, fochas o ánades reales. Señalizada como Camino Natural del Tajo, recorre 2,5 kilómetros desde el puente de Alcántara hasta del de San Martín y no entraña grandes dificultades. Calzado cómodo y prismáticos para contemplar las aves es todo lo que se necesita para recorrer esta senda en un par de horas (ida y vuelta).
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EL ESPECTÁCULO ACUÁTICO DEL RÍO MUNDO
No hay en España un espectáculo comparable al que ofrece el río Mundo al surgir de una cueva y caer por un cortado formando sus famosos chorros. Lo hace con una fuerza inaudita multiplicando en ciertos días su caudal hasta por mil (llega a verter 100.000 litros por segundo). Aunque es cierto que este fenómeno, conocido como ‘reventón’ sucede con más frecuencia en los meses de noviembre, diciembre, enero y marzo, podemos visitar este espacio natural de gran belleza en cualquier otra época del año.
A 6 kilómetros de Riópar, yendo hacia Siles por la CM-3204, está indicado el acceso al paraje. Desde el aparcamiento, una sencilla senda señalizada de 800 metros conduce hasta la base del acantilado, donde el río recién nacido se precipita originando vistosos chorros o cascadas. Está prohibido salirse del camino, bañarse en las pozas y comer en la zona, y hay un aforo máximo de 100 coches que se suele llenar en la temporada de verano.
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LAS TABLAS DE DAIMIEL, EL HUMEDAL MÁS FRÁGIL
El humedal más emblemático de Castilla-La Mancha, y también el más frágil, son estas tablas que se encuentran al norte de Ciudad Real, a 36 kilómetros de la capital. La mejor manera de conocerlas es haciendo la senda de la Isla del Pan, un camino de una hora u hora y media de duración (sencillo, unos 2,5 km y adaptado para todo tipo de personas) que nace frente al centro de visitantes y discurre por unas pasarelas de madera uniendo las islas que afloran sobre las aguas. A lo largo del camino distintos balcones nos adentran en las tablas. La isla del Pan es el mirador más elevado del parque desde donde se divisan viñedos, olivares, campos de cereales y, al fondo, la sierra de la Virgen y Villarrubia de los Ojos.
En el centro de visitantes (lastablasdedaimiel.com) informan sobre los distintos itinerarios. Permanece abierto todos los días del año. Unos metros antes de llegar a él se encuentra el antiguo molino de Molemocho, uno de los molinos hidráhulicos harineros más antiguos de Castilla-La Mancha. Puede visitarse libremente los fines de semana.
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