© ShutterstockNORTE: EL PARAÍSO DE LOS GEÓLOGOS EN GIPUZKOA
El tramo de la costa que discurre entre Zumaia y Mutriku está protegido por soberbios acantilados con nítidos estratos que hablan de sucesos acaecidos en otras eras, incluida la extinción de los dinosaurios. Dar un breve paseo por este litoral con pueblos de postal equivale a hacer un recorrido por un millón de años.
Lo que no debemos perdernos:
ZUMAIA. La ermita de San Telmo, el mejor mirador de la ruta del Flysh, y el Centro de Interpretación Algorri, antesala de este espacio geológico (algorri.eus). Además del Espacio Cultural Ignacio Zuloaga, y el paseo por el faro y la iglesia acantilada de San Pedro.
DEBA. En las losas del paseo marítimo se ven fósiles de hace 105 millones de años, cuando este territorio estaba sumergido en el mar. De interés también, la iglesia de Santa María.
MUTRIKU. En el centro de interpretación geológica Nautilus se explican las claves del origen y la formación de esta costa. No hay que perderse sus numerosos palacios y casas-torre en las estrechas calles del casco histórico.
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© ShutterstockSUR. EL CAÑÓN DE LOS PUENTES COLGANTES EN GRANADA
En Monachil, casi en las inmediaciones de la ciudad de Granada, el río del mismo nombre se abre paso por Los Cahorros, un desfiladero de roca caliza que hace las delicias de escaladores y senderistas. Una excursión en familia descubriendo los puentes colgantes que lo atraviesan, uno de ellos de 63 metros de largo, puede ser un plan inolvidable para este verano.
Lo que no debemos perdernos:
DESFILADERO DE LOS CAHORROS. Está a 1,5 kilómetros de Monachil río arriba. El cañón de roca caliza tiene 9 kilómetros y numerosos letreros orientan en el camino. En el trayecto se cruzan numerosos puentes colgantes y una cueva.
MONACHIL. Un paseo por las pendientes calles del pueblo, entre casas que se adaptan al terreno, también la iglesia mudéjar de la Encarnación y la Casa del Molino o de «las Señoricas».
YACIMIENTO DEL CERRO DE LA ENCINA. En este yacimiento del Neolítico conoceremos la historia de Monachil. Granadaways (granadaways.com) organiza visitas familiares teatralizadas.
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© ShutterstockESTE: DE CRUCERO POR EL JÚCAR
El río Cabriel desemboca en el Júcar a la altura de Cofrentes, a unos 100 kilómetros de Valencia. A partir de aquí forma un gran caudal que se cuela por uno de los parajes más agrestes y desconocidos de la Comunidad Valenciana. Entre las paredes de piedra caliza que lo constriñen podemos realizar un paseo fluvial que arranca en la presa de Cofrentes y acaba en la de Cortes de Pallars.
Lo que no debemos perdernos:
CASTILLO DE CHIREL. Durante el recorrido se atisba esta fortaleza musulmana enclavada en un murallón de roca flanqueado por la garganta del Júcar.
AYORA. En la capital de la comarca, un paseo por su barrio de los Altos, de calles estrechas y tortuosas, con casas pintadas de azul y blanco, los restos de su fortaleza, la iglesia y las pinturas rupestres del Abrigo de Tortosillas, que forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
CUEVA DE DON JUAN. Una auténtica joya geológica en Jalance, que propone un recorrido guiado (cuevadedonjuan.es).
LAS VENTANAS DEL JÚCAR. Uno de los mejores miradores de los cañones, próxima a la cueva. Otro próximo se asoma al barranco del Agua y a Jalance.
© ShutterstockOESTE. A LAS CASCADAS DE SOTILLO EN ZAMORA
Las cascadas de Sotillo son un privilegiado rincón del Parque Natural del Lago de Sanabria y uno de sus lugares más atractivos. El desagüe de la laguna del mismo nombre y el arroyo Cabriteño se despeñan casi en secreto formando una espectacular cola de caballo cuyas aguas se precipitan de forma escalonada desde una altura de unos 200 metros.
Lo que no debemos perdernos:
LAS CASCADAS. El itinerario a pie está señalizado y parte del pueblo de Sotillo de Sanabria. Son unos tres kilómetros de recorrido con escasa dificultad.
LAGO DE SANABRIA. Es el mayor lago glaciar de la península, además de un lugar idóneo para la práctica de deportes náuticos (patrimonionatural.org).
PUEBLOS DEL ENTORNO. Buenas muestras de arquitectura popular para descubrir en Sotillo de Sanabria, Vigo, Cervantes, Rábano de Sanabria… y el viejo puente que cruza el Tera en la localidad de El Puente.
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© ShutterstockCENTRO. LA RUTA DE LOS EMBALSES DE MADRID
Este recorrido va desde Patones hasta Buitrago, remontando el curso bajo del río Lozoya. Son 45 kilómetros por la orilla quebrada y solitaria de embalses serranos que almacenan más de la mitad del agua dulce de la región.
Lo que no debemos perdernos:
PATONES DE ARRIBA. La pizarra es la protagonista de este bonito pueblo sobre un barranco que es el mejor ejemplo de arquitectura negra de la región. En la iglesia se encuentra el Centro de Iniciativas Turísticas, donde se informa sobre rutas por el entorno.
EMBALSES. La presa del Pontón de la Oliva, en la carretera de Patones a El Atazar; el embalse del Atazar, el mayor de la región, en la panorámica carretera M-134; la presa de El Villar, con aire de castillo, y el de Riosequillo de Buitrago.
BUITRAGO DE LOZOYA. Desde el adarve se contempla la iglesia de Santa María y los tejados del casco viejo. Para visitar también el castillo de los Mendoza y el Museo Picasso-Colección Eugenio Arias, con recuerdos del amigo y barbero del artista.
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