El Preikestolen es uno de los lugares más visitados e impresionantes de Noruega. Y la ascensión a esta formación rocosa durante la noche multiplica la sensación de aventura y libertad, además de permitir el privilegio de estar prácticamente solos en este saliente rocoso formado durante la última edad del hielo, contemplando el espectáculo de la salida del sol en el fiordo Lyse.
Cuesta irse a dormir a mitad de la tarde, pero más vale hacerlo para estar descansados porque esto de recorrer una montaña en plena noche requiere tener todos los sentidos alerta y estar bien despiertos, claro. La caminata nocturna al Preikestolen (el Púlpito), en grupos pequeños y justo antes del amanecer, es una de las actividades más emocionantes con que sorprende Noruega.
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STAVANGER, PUNTO DE PARTIDA
La ruta comienza sobre medianoche en Stavanger, una de las ciudades noruegas más atractivas. A esa hora casi todos sus habitantes duermen, pero en el puerto de Fiskepiren hay servicio de ferry que lleva hasta la otra parte de la bahía, a Tau, en unos cuarenta minutos. En otros tantos, desde allí, una carretera costera conduce hasta el Campo Base del Preikestolen, situado junto al lago Refsa y desde donde parte el camino que lleva al Púlpito. El guía se asegura de que todos lleven el equipamiento adecuado, reparte las linternas frontales y hace una pequeña introducción del lugar y del itinerario.
Los primeros turistas que subieron al Preikestolen lo hicieron a principios del siglo XX. Por aquel entonces llegar hasta aquí era complicado, pues no existía la carretera y la excursión duraba varios días. Tampoco había sitio en el que refugiarse. Hoy el Preikestolen es uno de los lugares más visitados de todo el país.
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UN CAMINO EN SOLITARIO
El trajín que puede haber en algún momento del año desaparece cuando la excursión se hace por la noche. Cabe la posibilidad de encontrarse con algunos otros osados senderistas, pero prácticamente se asciende en soledad, y adentrarse en un bosque y un entorno montañoso como este, en plena naturaleza y de noche, llena el cuerpo de adrenalina.
El primer tramo es el más empinado y es recomendable hacerlo de un tirón. El sendero pronto se convierte en una trocha rocosa que desemboca en una pequeña meseta donde se puede recuperar el aliento. A lo lejos resplandecen las luces amarillas de los pueblos costeros y, más cerca, el reflejo plateado de la luna luce en las aguas negras del lago. Los guías son expertos conocedores del camino, de la montaña, de la historia, las plantas y animales y las leyendas nórdicas, y van animando la caminata con pinceladas de uno y otro tema.
A TRAVÉS DEL BOSQUE
A partir de este primer tramo, el camino se adentra en el bosque, donde desaparece como tal. Las enormes piedras del macizo de granito son ahora las protagonistas. Hay que subir, bajar, estirarse, caminar a pasos cortos, agacharse… Aunque hay niños y adultos de bastante edad que suelen hacer este itinerario, lo cierto es que hay que tener una buena forma física. Y, en esta excursión, además, mantener el ritmo, ya que, el propósito también es llegar al final para ver salir el sol… En el camino se cruzan arroyos, pequeños lagos, desfiladeros, quebradas y hasta zonas pantanosas que una pasarela de madera ayuda a salvar. El desnivel de algunos tramos es bastante pronunciado y desde hace unos años, un equipo de sherpas contratados directamente en Nepal se encarga de «amoldar» las rocas para que la vereda resulte más segura y menos complicada.
Y POR FIN… EL PÚLPITO
La llegada al Preikestolen es conmovedora. Tras atravesar paisajes absolutamente abrumadores, contemplar y pisar esta roca gigante y plana que se asoma al abismo del fiordo a más de 600 metros sobre el nivel del mar consuma una caminata única. Tras la emoción, las fotos en el borde del acantilado y el café reconfortante con el que sorprende el guía, es momento de prepararse para el espectáculo final: el sol sale y llena todo el fiordo de luz naranja. No caben palabras. Solo mirar...
Y SI QUIERES UN PLUS
Se pueden hacer otras actividades complementarias en los alrededores del Preikestolen, como un pequeño crucero por el Lysefjord (rodne.no), el fiordo al que se asoma esta llamativa roca de granito, para ver desde el agua las impresionantes montañas que se elevan hasta a más de mil metros sobre el mar y otros escenarios naturales espectaculares como cascadas e islas. Los más aventureros también pueden optar por la tirolina del Preikestolen, una de las más largas de Noruega, o subir la escalera de madera más larga del mundo, Florli (florli.no), en pleno fiordo, con 4444 escalones que ascienden casi verticales desde el agua.
MUY PRÁCTICO
La aerolínea Norwegian ofrece vuelos directos a Stavanger. La excursión nocturna se puede hacer por libre, pero la que organiza Outdoorlife Norway (outdoorlifenorway.com) está todo incluido, así que no hay que preocuparse por nada. Recogen en furgoneta a los clientes en el hotel y realizan todos los trayectos: del hotel al puerto, traslado en ferry y por carretera hasta la base del sendero del Preikestolen.
Esta caminata nocturna se programa solamente de finales de abril a últimos de octubre, los meses que aseguran las mejores condiciones meteorológicas y del sendero de montaña.
La subida al Preikestolen es de dificultad media, por lo que se requiere buena forma física. Hay que ir preparados con botas de montaña, ropa de abrigo y pantalones resistentes al agua, impermeable, gorro, guantes (todo esto se puede alquilar también con la empresa)... Junto al transporte, el tour (grupo de siete personas máximo) incluye el guía, linternas frontales, bastones de trekking, snacks y bebidas calientes y un desayuno a la vuelta.
PARA EL DESCANSO
En Stavanger hay muy buenas opciones de alojamiento. El Clarion Collection Hotel Skagen Brygge (nordicchoicehotels.com), ubicado junto al puerto deportivo, es todo un símbolo de modernidad, premiado por su arquitectura que recuerda a las antiguas casas de pescadores. Las habitaciones del Scandic Stavanger City Hotel (scandichotels.no) son muy acogedoras y de diseño contemporáneo y divertido. Y quien prefiera algo distinto puede optar por los atractivos Home Again (homeagain.no), cinco estilosos apartamentos en el centro de la ciudad, con todo tipo de comodidades. El Preikestolen Mountain Lodge (preikestolenbasecamp.com), un moderno hostel junto al lago Refsa y el sendero por donde se asciende a lo alto de la montaña, también puede ser una buena idea.
A LA MESA
Stavanger es una de las ciudades noruegas más volcadas en la gastronomía por lo que no es difícil encontrar buenos restaurantes. En el mismo puerto, el mercado de pescado alberga uno estupendo, el Fisketorger (fisketorget-stavanger.no), donde se puede degustar pescado y marisco fresco y tostas riquísimas. El Re-Naa (restaurantrenaa.no/renaa), con estrella Michelin, ofrece un menú a base de los mejores productos de temporada y de la región. En el Gaffel & Karafell (gaffelogkaraffel.no) se pueden probar especialidades locales e internacionales muy bien preparadas y a muy buen precio.
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