VIVAR DEL CID
Fue en este pueblo donde nació el personaje al que da vida Jaime Lorente en la serie y del que tomó su icónico apodo. Un lugar destacado en los primeros versos del Cantar de mio Cid y del que se despedirá con tristeza tras ser desterrado de tierras castellanas por Alfonso VI. Punto de partida del itinerario Camino del Cid, la localidad vive volcada en Rodrigo Díaz de Vivar, donde hasta los nombres de las calles hacen alusión a él, también diversos hitos escultóricos, como el mojón de la Legua Cero –junto a un viejo molino harinero– y la estatua en su nombre. En el convento del Espino podemos contemplar el cofre, donde, según la tradición, se guardó el único manuscrito del Cantar, hoy en la Biblioteca Nacional. Y a 2 kilómetros, en el vecino Sotopalacios, está el castillo en el que algunos estudiosos ubican la casa solariega del protagonista.
FRÍAS
La joya monumental del valle de Tobalina es este pueblo de poco más de 200 habitantes que tiene el título de ciudad desde hace siglos y descubrimos en imágenes en la serie. Una bonita villa medieval, frontera en otro tiempo entre Castilla y Navarra, que tiene una de sus mejores fotografías desde su puente de origen romano que salva el Ebro. Arriba, en lo alto y en un extremo, está su altivo castillo; en el otro, la iglesia de San Vicente, y, entre ambos, hileras de tejados cobrizos con sus casas precipitándose sobre el abismo. El paseo por las calles de esta villa que estuvo en tiempos amurallada y contó con una de las juderías más pujantes de Castilla, nos llevará a descubrir también buenas muestras de arquitectura popular y un par de conventos.
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MONTE SANTIAGO
Si hay un rincón natural de Burgos que se muestra tan espectacular como es en la producción de Amazon Prime Video es el Monumento Monte de Santiago, cuyo paisaje tiene dos claros protagonistas: el salto del Nervión y el frondoso hayedo que lo envuelve y se prolonga hasta el mismo borde del anfiteatro rocoso. Una vez en el mirador, es fácil quedarse atónito contemplando esta estruendosa cascada por la que caen violentamente las aguas de los arroyos Ajiturri, Iturrigutxi y Urita hacia el fondo de un abismal cañón. Con sus más de 300 metros de altura, esta cola de caballo tiene el honor de ser la más alta de Europa.
BURGOS
La capital burgalesa esta repleta de abundantes referencias cidianas. Para no perderse ninguna, lo mejor es seguir la ruta urbana de los lugares que aparecen en el Cantar y alguno que otro igualmente legendario y que podemos identificar en la serie. Entre sus paradas, el Solar del Cid, junto a la antigua judería y a los pies del castillo, con un sencillo monumento a su memoria; la iglesia de Santa Águeda, en la que la tradición sitúa la jura de Santa Gadea; el Arco de Santa María, por el que el personaje abandonó la ciudad y acoge una sala cidiana; o la catedral gótica, que cobija los restos de Rodrigo y doña Jimena. Los murales de Vela Zanetti, en el palacio de la Diputación de Burgos, la estatua ecuestre del Cid y las esculturas del puente de San Pablo, que representan a sus amigos y familiares son los hitos principales del recorrido.
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SPINAZ DE CAN
Otra de las paradas que siguen los pasos de Rodrigo Díaz de Vivar es este paraje en el que el célebre militar castellano acampó camino del destierro rumbo a Alicante. Algunos autores lo identifican con el actual área recreativa de Pinarejos, para otros, se localiza en Espinosa de Cervera.
MONASTERIO DE SAN PEDRO DE CARDEÑA
A una docena de kilómetros de Burgos y en pleno camino del destierro, este monasterio guarda con mimo la memoria del héroe castellano, quien durante su ausencia dejó a su mujer Jimena y a sus hijas en él al cuidado del abad del cenobio. Lo más llamativo son los sepulcros donde, tras su muerte en Valencia, estuvieron enterrados el héroe y su mujer hasta su traslado definitivo a Burgos. Para curiosidad, el monolito que seña el lugar en el que fue sepultado también Babieca, el caballo del Cid.