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© Jesús Reyes HernándezPLAYA DE LOS QUEBRANTOS
El arenal más largo de Asturias lo forman dos playas unidas, la del Sablón y esta de San Juan de la Arena, de arena oscura y protegida por un sistema dunar que se forma en la desembocadura del río Nalón. Para disfrutar del sol, pescar, hacer surf o pasear por su orilla.
© Fernando H. TerciadoCUDILLERO
Todas las callejuelas de este bonito pueblo marinero con sus casas apiñadas en una especie de anfiteatro acaban en el puerto viejo. A su alrededor, un sinfín de restaurantes y tascas en los que, al ponerse el sol, se degustan los pescados y mariscos frescos que llegan cada día a él.
© Jesús Reyes HernándezPLAYA DEL SILENCIO
Su nombre no puede ser más acertado para esta magnética playa del occidente asturiano, en la parroquia de Castañeras, donde lo único que se oye es el sonido rítmico de las olas. Considerada una de las más bonitas de la costa asturiana, su concha cerrada y sus aguas tranquilas no le impiden tener algo de salvaje, será por su entorno rural, envuelto en una densa vegetación atlántica, y las impresionantes moles rocosas que la protegen.
© Fernando H. TerciadoPLAYA LA ÑORA
El límite entre Gijón y Villaviciosa lo marca la desembocadura del río Ñora, el mismo que da nombre a este pequeño arenal, de arena dorada y fuerte oleaje, flanqueado por acantilados. Desde la senda que trepa por las alturas se contemplan las mejores vistas.
© Jesús Reyes HernándezPLAYA DEL SABLÓN
Larga, de arenas doradas oscuras y fuerte oleaje. Así es el playón de Bayas o el Sablón, un bello arenal que se une con el de Los Quebrantos formando una extensa orilla, de más de 3 kilómetros, ideal para largos paseos. Entre ellas, el río Ranón marca el límite natural entre los concejos de Castrillón y Soto del Barco. Buscada por los amantes de los animales de compañía, cuenta con una zona delimitada para ellos.
© Fernando H. TerciadoLLANES
Entre los pueblos marineros con más encanto de Asturias un lugar de honor lo ocupa Llanes, con un puerto muy artístico, gracias a los Cubos de la Memoria de Agustín Ibarrola, pero también playas preciosas, un casco histórico abarrotado de palacios y casas blasonadas, un rico conjunto de arquitectura indiana y el paseo de San Pedro que recorre el adarve de la muralla. No se puede pedir más para unas vacaciones perfectas junto al mar.
© Jesús Reyes HernándezPLAYA DE GUEIRÚA
Una locura para los fotógrafos de naturaleza. Así es esta playa cambiante por momentos próxima a Santa María, cerca de Cudillero. Unas veces, sombría y telúrica, otras, amable y radiante. Geológicamente es un filón, por las formas y relieves que crea la erosión y su hilera de islotes de piedra afilada como bastiones vigilantes. No nos extraña verla retratada en el calendario.
© Fernando H. TerciadoGIJÓN
La vida de la ciudad discurre junto a su playa de San Lorenzo, su corazón, un espacio urbano animado a cualquier hora y escoltado por un paseo marítimo, que, con las últimas luces del día, también tiene su magia.
© Jesús Reyes HernándezPLAYA DE CAMPIECHOS
En el entorno de Cadavedo, cerca de Luarca, descubrimos esta playa excepcional por sus singulares formaciones rocosas. Hay que visitarla en marea baja, cuando es posible acceder a sus cuevas.
© Fernando H. TerciadoCUDILLERO
No todos los atardeceres son iguales, pero cuando uno se encuentra en el momento exacto en el que el sol se hunde en el mar y ve imágenes tan sorprendentes como esta de la costa de Cudillero, será un instante difícil de olvidar.
