Para espíritus inquietos, la excursión más panorámica que podemos hacer desde San Sebastián sigue la senda que recorren los peregrinos del Camino de Santiago del Norte. Atraviesa el monte Ulía, que alza al lado mismo de la ciudad, sobre la playa de Zurriola, y lo que se ve desde su cima a un lado y a otro es asombroso.
EL INICIO DE LA RUTA
El camino, de 7,4 kilómetros, comienza en la avenida de Navarra, subiendo por la calle Zemoriya hasta su final. Al desembocar en el peatonal Arbola Pasealekua, la exuberante vegetación se abre un poco, lo justo para obtener una vista tremenda de San Sebastián, con la playa de la Zurriola en primer término, detrás el Kursaal, más allá la isla de Santa Clara, la Concha, el monte Igueldo... hasta el Ratón de Getaria, que dista 19 kilómetros en línea recta, se ve si está completamente despejado.
EL RECORRIDO
No tiene el camino pérdida posible. Cada pocos pasos hay letreros, flechas amarillas del Camino de Santiago, trazos de pintura blanca y roja del sendero GR 121 (Talaia Ibilbidea) y paneles con código QR de la denominada Geo-Ruta de Ulía, que informan sobre cuevas erosionadas por el viento, paleocorrientes, huellas de invertebrados fósiles, nódulos diagenéticos, acantilados tipo flysch y otras formas increíbles adoptadas por las rocas areniscas de este monte. Rocas de 50 millones de años de antigüedad, que se replegaron y emergieron del mar durante la formación de los Pirineos.
EL FARO DE LA PLATA
A una hora y 49 minutos del inicio (eso tan preciso indica un letrero), se pasa junto al almenado faro de la Plata, de 1855, que descuella sobre el cabo del mismo nombre. Otro faro, el de Senokozulua, situado a menor altura, y un rompeolas peliagudo, al que se arriman algunos osados peregrinos, descubriremos a continuación, bajando por unas escaleras que van, pegadas al acantilado, hasta la boca de la ría de Pasaia (Pasajes), a 2,5 horas del inicio.
FACTORÍA ALBAOLA
Al final del camino, en Pasai San Pedro, está Albaola (albaola.com), que no es un museo marítimo sin más, sino una factoría marítima, con taller de construcción de embarcaciones históricas y escuelas de navegación y de carpintería de ribera, entre otras cosas, donde podemos ver en acción a sus trabajadores fabricando una réplica fiel de un ballenero vasco naufragado en Terranova en 1565.
EN LANCHA A PASAI DONIBAE
Ya solo nos queda cruzar en lancha la ría, de Pasai San Pedro a Pasai Donibane (Pasajes de San Juan), un pueblo marinero de postal, con su conjunto de pasadizos bajo las viviendas, escondidos txokos, casas-palacio y casas-puente junto a la ría. Tomando un txakolí y un pintxo de bacalao en las terrazas de la encantadora plaza de Santiago tendremos que decidir qué hacer: volver a pie por el mismo camino, regresar en autobús de línea (ekialdebus.eus) o embarcar en un velero holandés de 1927 llamado Lucretia y regresar bordeando los acantilados del monte Ulía (ostartesailing.com, unos 20 € por persona).
GUÍA PRÁCTICA
Dónde dormir
Al pie del monte Ulía, en Villa Soro (villasoro.es), un hotel boutique de cuatro estrellas en un edificio de finales del siglo XIX, rodeado de árboles y casas señoriales y con algunas de sus estancias decoradas con obras de Oteiza. En la misma zona, Monte Ulía (hotelmonteulia.com), más moderno y económico con 46 habitaciones con balcón.
Dónde comer
En la subida al monte Ulía, Mirador de Ulía (miradordeulia.es) tiene una estrella Michelin y unas vistas de la ciudad que quitan el sentido. En Pasai Donibane, dos recomendaciones: Casa Cámara (casacamara.com), que ocupa una antigua casona al borde de la ría con vivero propio y regentado por cuarta generación de la misma familia; y Ganbara (tel. 943 34 44 45), un mesón muy apreciado por la calidad y el bajo precio de sus menús diarios y de fin de semana, que incluyen excelente pescado.
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