Hvar, la Ibiza croata donde se refugian las celebrities

Actualizado 21 de mayo de 2020 - 15:18 CEST21 may 2020 - 15:18 CEST

MARAVILLAS DESDE MI PANTALLA / 34

En los más de 6000 kilómetros de costa que de norte a sur posee Croacia, Hvar es solo un pequeño reducto, pero no una isla más entre las 1185 que posee su desbaratado puzzle, pues su irreprochable belleza natural la han convertido en una de las más conocidas. Alargada, ondulante, verde y soleada –alardea de recibir del astro muchas más horas que ninguna– se adorna de bonitos paisajes mediterráneos de pinos, olivos y cipreses, campos de lavanda, calas de color esmeralda abrigadas entre rocas y vegetación, pueblos costeros –entre ellos el que lleva su nombre- y un incombustible ambiente que le han dado el apodo de la Ibiza del Adriático.

SABÍAS QUE…

Hvar solo tiene 68 kilómetros de largo por 11 de ancho. La isla disfruta de hasta 2700 horas al año de sol.

La fortaleza de Hvar (en la imagen) fue construida por ingenieros españoles.

Beyoncé bautizó a su hija con el nombre de Blue ivy, que es así como se llama la hiedra de color azul claro autóctona de la isla. La visitó junto a su marido Jay-Z estando embarazada de su hija. Como gesto de agradecimiento por el detalle de la cantante, la niña fue distinguida con el título de Ciudadana de Honor.

Otras celebrities que han disfrutado de Hvar son el Príncipe Harry, Gwyneth Paltrow, Ahsley Judd, Roman Abramovich o Eva Longoria.

IMPRESCINDIBLES

Alquilar un velero y navegar por las tranquilas aguas del Adriático o, más exclusivo, un yate privado, para llegar a pequeñas calas inaccesibles por tierra.

Recorrer el encantador conjunto urbano de Hvar por sus callejuelas en cuesta, entre centenarias casas de piedra caliza con un característico color dorado que trepan por el anfiteatro natural al que se asoman y tiendecitas de recuerdos.

Disfrutar de vistas fabulosas sobre el mar desde la Fortica Španjola, la fortaleza española de época medieval que corona el epicentro de la isla.

Entrar en la catedral de San Esteban, el edificio más notable de Hvar, pero también conocer la Logia y la torre del Reloj.

Dar un paseo por el puerto y sentarse a degustar una buena langosta en alguno de sus encantadores restaurantes.

Conocer el ambiente del beach club más popular de la isla, Hula-Hula Hvar y tomar un cóctel con música de dj’s hasta la puesta de sol.

Conocer Stari Grad, la ciudad más antigua de la isla de Hvar, fundada por los griegos en el siglo IV a. C. con el nombre de Pharos. Entre sus lugares de interés, el palacio del poeta Petar Hektorovic y el monasterio dominico. La fértil llanura de Stari Grad, donde se cultivas, sobre todo, vides y olivos, además de reserva natural es Patrimonio de la Humanidad.

MUY PRÁCTICO

Hay vuelo directo desde aeropuertos españoles a las principales ciudades croatas, como Zagreb, la capital, Dubrovnik y Split.

A Hvar se llega en catamarán desde Split en solo una hora. Tres horas y media se tarda desde Dubrovnik.

A Stari Grad hay líneas regulares de ferris que también permiten llevar el coche para recorrer la isla después en libertad. Una carretera principal conecta Hvar, Stari Grad y el resto de pueblos.

Lo más habitual es moverse en la isla en una scooter, que se alquilan en Hvar.

Croacia forma parte de la Unión Europea y para viajar al país solo es necesario el pasaporte en vigor.