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REIKIAVIK (ISLANDIA)

En la capital de Islandia, durante el equinoccio de invierno, la oscuridad alcanza las 20 horas del día. Un largo tiempo que permite observar las auroras boreales sin moverse de la ciudad (en la imagen, la icónica iglesia de Hallgrimur). El faro de Grótta o la península de Seltjarnarnes, en la zona más noroeste, con poca contaminación lumínica, son, en las noches despejadas y con pronóstico favorable, dos de los lugares perfectos.

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ISLAS LOFOTEN (NORUEGA)

En invierno, las Lofoten, que emergen entre las turbulentas aguas del Mar de Noruega, por encima del Círculo Polar Ártico, viven bajo mínimos, envueltas de nieves y ventiscas, y con la visita en sus noches inspiradas de la aurora boreal. Bodo es la antesala para visitar este espectáculo natural, por ejemplo, en la montaña de Ronvikfjellet, pues de ella parte un ferry que lleva a las islas. Una buena opción es contratar aquí una excursión con Polar Tours (polartours.no).

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ANCHORAGE (ALASKA)

Para conocer esas mágicas luces de color verde que bailan delicadamente en las noches estrelladas, Anchorage, la ciudad más poblada de Alaska, es un buen punto de partida. Desde esta, por ejemplo, se puede tomar el Alaska Railroad (alaskarailroad.com), un tren que, a lo largo de 6 días, recorre buena parte del país con las auroras boreales como protagonista. El precio sale por unos 1300 €.

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TROMSO (NORUEGA)

Entre fiordos, picos montañosos e islas, la ciudad más grande del norte de Noruega es también la puerta de entrada a cualquier aventura en el Ártico, entre ellas, la de observar auroras, pues por su ubicación, en el centro del óvalo de las luces boreales, pasa por ser uno de los lugares con mayor probabilidad de ver las auroras, independientemente de los ciclos del sol. Si el cielo está despejado es posible, incluso, observarlas encima de la ciudad, pero más seguro, casi al 90%, apuntarse a un recorrido en todoterreno por el entorno con empresas como greenlander.no o, alojarte, a una hora de la ciudad, en Malangen Resort (malangenresort.com), asomado al fiordo Malangen.

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NUUK (GROENLANDIA)

Cubierta en un 80% por hielo y con la menor densidad de población del planeta, la isla más grande del mundo es, por su geolocalización, también una de las de menor contaminación lumínica. Y eso permite ver cazar auroras desde finales de agosto en el sur de Groenlandia, donde se encuentra Nuuk, la capital de esta isla perteneciente a Dinamarca. Kangerlussuaq e Ilulissat, en la bahía de Disko, son otros lugares donde asistir en primera persona a este fenómeno natural.

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UN HOTEL BURBUJA EN ISLANDIA

Disfrutar de las autoras boreales es uno de los privilegios que ofrece dormir en los hoteles burbuja totalmente transparentes que monta la empresa Bubble (bubble.com) en plena naturaleza islandesa, donde el techo es el propio cielo. Cinco millones de estrellas para contemplar desde sus cinco «habitaciones» que no puede ser más privilegiado.

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LAPONIA FINLANDESA

El lago Inari, que permanece helado de noviembre a junio, la estación invernal de Saariselkä y el entorno de Rovaniemi son algunos de los rincones de la Laponia finlandesa, en el extremo norte del país, donde confluyen en invierno el silencio, los espesos bosques y las brillantes auroras boreales. Un fenómeno único capaz de encender el nevado paisaje ártico y que se puede contemplar desde la cama de tu igloo de hielo de Kakslauttanen Arctic Resort (kakslauttanen.fi) o en el trineo Aurora Bubble (offthemap.travel), con base en Kilpisjarvi. En la página web del Instituto Meteorológico de Finlandia: Auroras now! (aurorasnow.fmi.fi) uno puede inscribirse para recibir alertas gratuitas que hacen posible ver las auroras.

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YELLOWKNIFE (CANADÁ)

Más allá del norte de Europa, en Canadá también se pueden ver auroras boreales ¡y no solo durante el invierno!, aunque son los meses de octubre a marzo, con mayores horas de oscuridad, los mejores para observarlas en el norte del país, especialmente, por su latitud y localización, en los territorios del noroeste, cuya capital es Yellowknife y donde se encuentran hoteles con grandes ventanales de cristal como el Blachford Lake Lodge (blachfordlakelodge.com). También son buenos lugares la ciudad de Tuktoyaktuk, la región del Yukón –cuyo epicentro es Whitehorse–, la remota Nunavut, con su capital Iqaluit en la isla de Baffin, la ciudad de Churchill, en la bahía de Hudson, y el Parque Nacional de Jasper, en las Montañas Rocosas.

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