1/8 © iStock

ABADÍA DE MELK

En pleno valle del Wachau y en lo alto de una colina desde la que domina el Danubio, la Abadía de Melk, cuyo origen data del siglo XI, es uno de los monasterios cristianos más famosos del mundo, declarado Patrimonio de la Humanidad. Solo por ver su biblioteca barroca, sobresaliente por ver su extensa colección de manuscritos, ya merecería una visita, pero es que también asombran los coloridos frescos de su iglesia, el espléndido patio y sus dependencias, transformadas en museo. 

Distancia desde Viena: 88 kilómetros (1 hora y 15’). También se puede llegar en tren.

2/8 © iStock

VIÑEDOS DEL VALLE DE WACHAU

A apenas una hora de Viena está el valle de Wachau, un paisaje repleto de laderas verdes a orillas del Danubio en el que degustar los vinos más famosos del país. Este valle de la Baja Austria discurre a lo largo de 33 kilómetros y está poblado de viñedos, castillos, monasterios y leyendas que se pueden ir descubriendo en barco o en bici. Algunas empresas como Get Your Guide (getyourguide.es) ofrecen tours en bicicleta de un día que se complementan con una degustación de sus mejores caldos. 

Distancia desde Viena: 80 kilómetros (1 hora).

3/8 © iStock

MONASTERIO DE HEILIGENKREUZ

A tan solo media hora en coche de Viena está el monasterio de Heiligenkreuz, la abadía cisterciense más grande de Europa y una de las más antiguas del mundo, que data de 1133. Entre sus muros viven 80 monjes conocidos por sus cantos gregorianos, que se han convertido en música de meditación.

Distancia desde Viena: 35 kilómetros (39’).

4/8 © Shutterstock

MINA DE SEEGROTTE

Para adentrarse en las profundidades de esta mina de yeso hay que poner rumbo a la ciudad de Hinterebrühl, en cuyo interior se esconde el lago subterráneo más grande de Europa, que está a unos 60 metros por debajo del suelo y tiene una superficie de 6200 m2. La cueva surgió en 1912 tras una explosión y la visita a su interior incluye un paseo en barca por sus profundidades.

Distancia desde Viena: 25 kilómetros (36’).

5/8 © Shutterstock

BADEN BEI WIEN

Famoso por su balneario ubicado en las antiguas termas romanas, esta ciudad es una excursión perfecta para relajarse y disfrutar de la naturaleza. Entre sus imprescindibles están el jardín de rosas más grande de Austria, la casa de Beethoven –lugar en el que el músico terminó su Novena Sinfonía– y los heurigen, establecimientos rústicos ubicados en los bosques de la zona en los que degustar la cocina local.

Distancia desde Viena: 38 kilómetros (40 minutos).

6/8 © iStock

DÜRNSTEIN Y SU CASTILLO

Dürnstein es uno de los mejores secretos guardados del valle del Wachau, un pueblo con mucho encanto, con el Danubio a sus pies y coronado por las ruinas de un castillo en el que Ricardo Corazón de León estuvo cautivo. Degustar el exquisito vino que da fama a la región, pasear por sus calles repletas de erker (miradores) y visitar la Kunigunderkirche, su iglesia gótica del siglo XIII, son algunos de sus imprescindibles.

Distancia desde Viena: 87 kilómetros (1 hora y 10’).

7/8 © Shutterstock

BRATISLAVA

A orillas del Danubio, la capital de Eslovaquia es una ciudad vibrante, cosmopolita y llena de vida, perfecta para una excursión de un día, pero además cargada de historia. Situado en lo alto de una colina, el castillo de Bratislava preside la ciudad y ofrece unas vistas maravillosas. En las callejas estrechas de la Ciudad Vieja se descubren sus palacios barrocos, sus edificios con fachadas de colores pastel y su imponente catedral gótica. No hay que perderse tampoco la puerta de San Miguel, la única que se mantiene en pie de la fortificación medieval, ni dar un paseo junto al río o por él en una embarcación.

Distancia desde Viena: 80 kilómetros (1 hora y 4’)

8/8 © Shutterstock

EISENSTADT

Situada a los pies de Leithagebirge, Eisenstadt, la capital del estado de Burgenland, es una encantadora ciudad para descubrir a menos de una hora de Viena. Pasear por las calles de su casco histórico permite descubrir su historia y su arte. De obligada visita es el castillo Esterházy, del siglo XVII, en el que admirar sus maravillosos frescos mientras suenan las melodías del compositor Joseph Haydn, cuyo nombre está íntimamente ligado a la ciudad.  

Distancia desde Viena: 63 kilómetros (52’) .

Más sobre: