CASCADAS DE ONETA
El camino que lleva desde el pueblo de Oneta, en la carretera que va de Villayón a Luarca, hasta estas cascadas es uno de los paseos más agradables para el otoño por la naturaleza asturiana. Sin ninguna dificultad, el premio son tres caídas de agua, aunque la más conocida es la primera, la llamada Firbia, con unos 15 metros de altura y rodeada por frondosos bosques de alisos, sauces y fresnos que le dan un toque de color.