La capital toledana es una acogedora ciudad a la que volver una y mil veces. Primero, porque está a apenas una hora de Madrid, porque es fácil dejarse seducir por ella, siendo como es Patrimonio de la Humanidad, también porque como cuna de las tres culturas tiene una larga historia para dar y tomar, porque se come muy bien. Cualquier excusa es válida. La que se nos ha ocurrido es la de pasar un día haciendo un montón de planes sin gastar apenas dinero.