MOJÁCAR
Porque el Cabo de Gata no son solo playas merece la pena una visita a la localidad de Mojácar, un pueblo blanco sobre una montaña que parece vigilar siempre el mar, como lo hacían en la época en que los piratas surcaban estas aguas. Con un casco de callejuelas empinadas y totalmente irregular, con casas escalonadas y llenas de flores. Hay que acercarse al Mirador del Castillo, su punto más alto, donde las vistas se pierden en el infinito. Para los que piensen en la subida no han de preocuparse, junto al aparcamiento en la parte baja del pueblo se encuentra un ascensor que nos sube cómodamente hasta la plaza principal.