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JÜRMALA, (LETONIA)

Mide 33 kilómetros, está cubierta de arena de cuarzo blanco y es ideal para disfrutar con niños pequeños. Situada a las afueras de Riga –a media hora en tren–, esta extensa playa no se caracteriza por sus aguas cristalinas ni por sus olas, sino por el bosque que la respalda y las múltiples actividades de ocio que ofrece a sus visitantes. Chiringuitos, restaurantes, zonas equipadas para los más pequeños de la casa, competiciones de vóley playa…todo esto y mucho más es lo que encontrarás en este rincón de la capital letona.

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USEDOM (ALEMANIA)

Ubicada frente a la desembocadura del Oder, la isla de Usedom posee 45 kilómetros de costa con bellas playas y calas y tres de los balnearios marítimos imperiales más afamados del país: Ahibeck, Heringsdorf y Bansin. Antiguo lugar de recreo de emperadores y monarcas, Usedom posee también uno de los paseos marítimos más largo de Europa que, con sus 12 kilómetros, conecta Alemania con Polonia en un recorrido perfecto para hacer a pie o en bici.

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ISTMO DE CURLANDIA, NIDA (LITUANIA)

Considerado la perla del mar Báltico, el Istmo de Curlandia, en Lituania, es un lugar para visitar, al menos, una vez en la vida. Se trata de un tramo de tierra de casi 100 kilómetros formado por hermosas dunas de arena que separan las aguas del mar Báltico y las de la laguna de Curlandia. Su localidad más turística es Nida, un lugar perfecto para veranear y disfrutar de la playa lituana, eso sí, sus aguas son bastante frías y con fuerte oleaje. Apenas hay cinco accesos a la playa en toda la zona y tres de ellos están en Nida, lo que hace de este lugar el más visitado en temporada alta.

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FALSTERBO (SUECIA)

En el extremo suroeste de Suecia, en el municipio de Vellinge y a unos 40 kilómetros de Malmö, está Falsterbo, uno de los destinos turísticos más populares del país. Sus más de 10 kilómetros de playa a arena blanca y fina, sus dunas, sus casetas de colores y el bosque de pinos que la rodea son algunos de sus principales atractivos.

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PÄRNU (ESTONIA)

Conocida como la capital del verano de Estonia, Pärnu es uno de los destinos favoritos de quienes visitan el Báltico. Situada a 130 kilómetros al sur de Tallin, esta ciudad es una de las más animadas de la época estival. Además de sus playas de arena blanca, sus aguas tranquilas y sus eternos atardeceres, Parnü cuenta, gracias a las fuentes de aguas termales que posee, con numerosos balnearios para reconectar cuerpo y alma.  

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SOPOT (POLONIA)

En el centro del arco de la costa de la Bahía de Gdansk está Sopot, una coqueta urbe con cuatro kilómetros de playa de arena fina. En la ciudad, que forma parte del conocido Trójmiasto junto a Gdansk y Gdynia, se encuentra El Molo, un famoso muelle de madera de 500 metros que se adentra en el mar y permite ver sobre sus aguas majestuosos cisnes, gracias a la baja concentración de sal del mar Báltico. Y para cerrar un perfecto día de playa, nada como pasear por la ruta con dunas que se extiende a lo largo de toda la ciudad.

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YYTERI BEACH (FINLANDIA)

Para aquellos que busquen vacaciones de playa en Finlandia, el cabo de Yyteri –situado en Pori, a 250 km de Helsinki– tiene todo lo que necesitan. Además de tranquilas y hermosas playas de arena fina, Yyteri Beach es el punto de encuentro de surfistas de todo el país que acuden aquí por sus aguas poco profundas y sus más de 20 grados. Los amantes de los animales cuentan también con un pequeño rincón para disfrutar de la tranquilidad junto a sus mascotas, ya que la playa dispone de una zona abierta a perros e incluso caballos.

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