Destinos para los que en verano quieren alejarse de la masificación

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EL BIERZO

Al oeste de la provincia de León, El Bierzo es una comarca de una belleza incalculable donde uno puede pasarse unos días sin masificación en plena naturaleza. Si en Ponferrada, su capital y lugar de paso de los peregrinos del Camino de Santiago, hay que recorrer a pie su casco histórico, que se extiende a los pies del castillo de los Templarios y de la basílica de la Encina, los amantes del senderismo y la historia encontrarán en el insólito paraje de Las Médulas una parada excepcional, por algo es Patrimonio de la Humanidad. Para refugiarse también están sus encantadores pueblos: Peñalba de Santiago, Molinaseca o Villafranca del Bierzo, que por su conjunto monumental es conocida como la pequeña Compostela.

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PLAYAS DESCONOCIDAS DE LA COSTA DA MORTE

En este tramo coruñés hay de todo: pintorescos puertos, senderos que rodean el mar, acantilados de vértigo, lugares cargados de mitología y misterio y, por supuesto, espectaculares playas. Para los que buscan tranquilidad están aquellas más desconocidas, como la del Rostro en Finisterre, una maravilla salvaje de casi dos kilómetros abierta al océano Atlántico a la que respalda largas y suaves dunas y una espesa vegetación, la de Leira en Carballo, o la de Lourido, con forma de concha y aguas de color turquesa.

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VALLE DEL RONCAL

En pleno Pirineo navarro, el valle del Roncal es un lugar para desconectar, es destino starlight, con una naturaleza en estado puro y autenticidad reflejada en los siete pueblos que lo forman y además es apreciado por su rica gastronomía. La villa de Burgui, con sus calles empedradas, casonas de teja curva y su puente romano ejerce de entrada a este valle donde no hay que perderse dos parajes naturales imprescindibles: la foz de Burgui, que cuenta con una de las mayores colonias de buitres de Europa, y las balsas de Sasi. También alejados de la masificación, los pueblos de Isaba y Roncal.

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SIERRA DEL RINCÓN

Aislado en el noroeste de Madrid, a este rinconcito con bosques de robles centenarios, sendas y pueblos de piedra y pizarra se llega en busca de tranquilidad. Entre sus joyas guarda el hayedo de Montejo, el más meridional de Europa, y la arquitectura tradicional pueblos con tanto encanto como Horcajuelo de la Sierra, con su iglesia y su museo etnográfico, La Hiruela, el mejor conservado de la zona, o Puebla de la Sierra, el más aislado.

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EL MAESTRAZGO

Tierra de templarios, la comarca de El Maestrazgo –compartida por Castellón y Teruel– es una postal de bellos paisajes y castillos medievales. Una ruta por la zona puede comenzar en el nacimiento del río Pitarque, afluente del Guadalope, cuyas cascadas y pozas cristalinas invitan al baño. No muy lejos de allí, entre desfiladeros, surgen encantadores pueblos como Cantavieja, con su templo barroco, La Iglesuela del Cid, con un apabullante patrimonio monumental, y Mirambel, pequeño, pero un centro histórico de gran valor para un agradable paseo.

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