El sur de Cerdeña representa la cara más real y salvaje de la segunda isla más grande de Italia tras Sicilia. Esta región, rica en historia, propone tesoros prehistóricos, minas que propiciaron el despegue económico del país en la primera mitad del siglo XX y una sucesión de playas y calas sin resorts ni hoteles en sus orillas. Una propuesta sugerente para desconectar al sol del Mediterráneo.
Flamencos en el en el Parque Natural Molentargius-Saline.
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Catedral de Cagliari.
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La isla de Sant’Antioco debe su nombreal patrón de Cerdeña.
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Un puente comunica la isla de Cerdeña con la isla de Sant’Antioco, que tiene el puerto pesquero más activo del sur.
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Carloforte es el núcleo urbano más importante de la isla de San Pietro.
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Isla de San Pietro.
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Entre Iglesias y Nebida, la vista se queda clavada en un gran espolón rocoso de 133 metros de altura que emerge del mar con dos arcos muy atractivo, es Porto Flavia.