PEÑÍSCOLA (CASTELLÓN)
Más allá de callejear por las estrechas calles de su ciudadela medieval, esparcida entre las peñas de un islote, y coronar el ascenso en su fortaleza, íntimamente ligada al Papa Luna, Peñíscola es un lugar para disfrutar de la playa. La Norte tiene más de 5 kilómetros de arena fina que comienzan en la falda del castillo y llega hasta la vecina Benicarló; la Sur, junto al puerto pesquero, es más pequeña, pero tiene como principal atractivo la tranquilidad de sus aguas. Y luego están la de las Viudas, del Pebret… Con menos gente, se disfrutan más.