CATEDRAL DE CANTERBURY
Los diferentes estilos (del románico al gótico) que se aprecian en su fachada, el sepulcro del Príncipe Negro (hijo del rey Eduardo III) y la capilla de la Trinidad son algunos de los imprescindibles del que es uno de los templos cristiano más antiguos de Inglaterra.
CATEDRAL DE SANTIAGO
Todo gira en Santiago de Compostela en torno a su catedral, con su fachada principal presidiendo la plaza del Obradoiro. Meta de los peregrinos que llegan por la Ruta Jacobea, en ella no hay que perderse el Pórtico de la Gloria –la obra más perfecta de la escultura románica– y la cripta donde descansan los restos del apóstol Santiago.
CATEDRAL DE SANTA MARÍA DE LAS FLORES
Es su espectacular fachada en mármol blanco y verde lo primero que llama atención de Santa María de las Flores (Florencia), un templo del que también resalta su gran cúpula –obra de Filippo Brunelleschi–, el campanile de Giotto y las famosas puertas de bronce del baptisterio de San Juan.
CATEDRAL DE CHARTRES
Chartres, en la región del Loira, es dueña de una impresionante catedral de estilo gótico. En ella hay que prestar atención a su Pórtico Real y a sus vidrieras policromadas de los siglos XII y XIII. Desde mediados de abril a mediados de octubre se puede asistir al espectáculo nocturno de luz y sonido: Chartres en lumières, un video mapping que se proyecta sobre más de 20 monumentos de todo el casco histórico, incluida la catedral.
CATEDRAL DE LEÓN
Si por algo es conocida la que es una de las catedrales góticas más refinadas de España es por sus coloridas vidrieras y el rosetón de la fachada occidental que hace referencia al Juicio Final.
«CATEDRAL» DE REIKIAVIK
Se la conoce por su tamaño y apariencia como la catedral de Reikiavik, pero en realidad Hallgrímskirkja es solo una iglesia luterana con una particular arquitectura basáltica que alcanza los 73 metros de altura. Su diseño está inspirado en los flujos de lava tan propios de los paisajes de Islandia.
CATEDRAL DE COLONIA
Entre 1880 y 1884, la catedral gótica de Köln era, con sus 157 metros de altura, el edificio más alto del mundo que tardó 632 años en acabarse. Aunque desde hace tiempo ya no lo es, su campanario sigue siendo de los más altos de Alemania. En su interior hay que poner la atención en al ostentoso relicario que guarda los restos de los tres Reyes Magos de Oriente y el crucifijo de Gero del siglo IX.
LA CATEDRAL DE MILÁN
Considerado uno de los templos de culto católico más grandes del mundo, la catedral gótica de Milán se levanta en la concurrida piazza del Duomo, junto a la galería Vittorio Emanuele II. Destacan sus ventanales, también de los más grandes del planeta y su gran número de altares, estatuas, pinturas y retablos. Desde su terraza se observan unas bonitas vistas de la ciudad.
CATEDRAL DE SAN BASILIO
El corazón y el cerebro de Moscú y, por qué no, de toda Rusia queda alojado en la enormidad de su famosa plaza Roja, en uno de cuyos lados se distinguen las coloridas cúpulas bulbosas de la bellísima catedral de San Basilio.
CATEDRAL DE SAN ESTEBAN
La aguja de la catedral de Viena tiene nada menos que 137 metros de altura y puede verse desde diferentes puntos de la capital austriaca. El Tejado de los Azulejos, con más de 250.000 piezas y, en su interior, las bóvedas y las innumerables obras de arte de diferentes siglos dan para entretenerse largo tiempo.
BASÍLICA DE SAN PEDRO
Es difícil enumerar los tesoros del que es el edificio religioso más importante del mundo católico. En pocas líneas: baste decir que es la iglesia más grande del mundo y que desde su perfecta cúpula se divisa una de las mejores vistas de Roma. El baldaquino de Bernini, La Piedad de Miguel Ángel y la estatua de San Pedro en su trono son tres de las obras a las que hay que dedicarle un tiempo.