SEGÓBRIGA
El que en su origen fue un castro celtíbero, hasta que en el año 200 a.C. fue conquistado por los romanos, es hoy un destacado parque arqueológico. De este centro cultural, administrativo y minero –el lapis specularis abunda en las minas de la zona se conservan, en buen estado, restos de sus termas, el anfiteatro, el circo, la acrópolis, el foro, diferentes templos y el acueducto, entre otras cosas. Fue también su situación estratégica, localizada en el cerro Cabeza de Griego, causa de su monumentalidad.