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La ciudad de Hamelín resulta cuanto menos pintoresca, por lo que pasear y perderse por sus rincones con más encanto es un imprescindible al visitarla.

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Todas las calles y casas de Hamelín cuentan con con llamativas decoraciones en sus fachadas.

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En la calle Osterstrasse, artería principal de Hamelín, se encuentran dos grandes casas renacentistas que debes visitar: la Stiftsherrenhaus y la Leisthaus.

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Si vas mirando al suelo cuando caminas por esta ciudad alemana podrás ver pequeños adoquines con ratitas de bronce.

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Estatua del flautista de Hamelín que decorada esta ciudad alemana en la que prácticamente todo gira en torno a esta historia.

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Uno de los edificios históricos de Hamelín es la Hochzeitshaus o Casa de Bodas situada en la Marktkirche.

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Si paseas por el casco antiguo de esta ciudad es probable que te encuentres con el flautista cazador de ratas tocando y contando historias.

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Si viajas con niños no puedes dejar pasar la oportunidad de vivir la experiencia de las representaciones teatralizadas en el Am Markt, la plaza grande de Hamelín.

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En Hamelín todo tiene forma de ratón, ¡hasta los panecillos! Entre los souvenirs que podrás llevarte encontrarás esta delicia.

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