GRAZALEMA
Blanco, como no podía ser de otra manera en este entorno, es el pueblo que da nombre a esta sierra gaditana. Tiene una encantadora plaza mayor, calles empedradas, casonas solariegas, tres iglesias, la más importante, la de la Aurora, y un mirador, el de los Peñascos, para quedarse un buen rato viendo la bella panorámica. Hay que verlo todo, pero además pasar por sus talleres artesanales donde se teje la lana merina con la que asegura se elaboran algunas de las mejores mantas del mundo.