SINTRA
Ubicada en un espectacular emplazamiento, entre despeñaderos, bosques y manantiales, fue uno de los retiros favoritos de los soberanos portugueses. El conjunto de Sintra. Ciudad, sierra y paisajes está declarado Patrimonio de la Humanidad. Tiene una ciudadela vieja de calles intrincadas y casonas dieciochescas; quintas de la nobleza de semblante quimérico, senderos sinuosos que se pierden en la espesura de la montaña y una buena colección de monumentos imprescindibles, como el Palacio Nacional de Sintra, el Palacio da Pena, a imagen y semejanza de los de Baviera y el Castelo dos Mouros; además de la Quinta da Regaleira o el Palacio de Monserrate.