JAPÓN
También Japón es otro de los destinos con el que muchos sueñan. Por eso y también porque ya se puede ir sin escalas, está de moda. Lo primero es conocer Tokio, una fantasía de contrastes donde conviven con total normalidad el orden y el caos, las luces de neón y los jardines y templos budistas y sintoístas. Y después, un recorrido que pase por sus imprescindibles: Kioto, el Monte Fuji, el camino de peregrinación Kumano Kodo, la isla de Miyajima, el monte Koya, Osaka, Nara –la antigua capital–, los Alpes japoneses… Un viaje y una cultura diferente a todo lo que conoces.
AUSTRALIA
La panorámica de Sidney desde el Puente del Puerto es ciertamente sobrecogedora, pero qué decir de la visión desde un acantilado de los imponentes Doce Apóstoles alzándose sobre las aguas azul cobalto del océano Antártico o del Parque Nacional Uluru Kata Tjuta, del de Purnululu o de la Gran Barrera de Coral (en la imagen) desde un vuelo panorámico en helicóptero. Está lejísimo, sí, pero por eso y por lugares tan increíbles como estos, muchos sueñan con llegar a él.
BORA BORA
Si hablamos de exclusividad y paraíso, Bora Bora, en la Polinesia Francesa, es uno de los destinos más exóticos del mundo. Pero para disfrutarlo como se merece hay que alojarse en un resort de lujo al que solo se pueda llegar en barco o helicóptero y disfrutar de lujos como descansar en una villa a pie de playa bajo el monte Otemanu o sobre las aguas azul turquesa, tener a tu disposición un chef personal, mayordomo, piscina privada… ¡Quién pudiera!
LAPONIA
Laponia no es un país, es una unidad geográfica que abarca tres países (Suecia, Finlandia y Noruega) y se extiende por encima del Círculo Polar Ártico, una línea imaginaria que para muchos es un sueño atravesarla. En este vasto territorio, la aventura y el descubrimiento de una naturaleza impresionante cautiva a cualquiera. Ver el espectáculo del baile de las auroras boreales, conocer el pueblo de Papá Noel, disfrutar de un paseo en trineo tirado por renos, dormir en un iglú con techo de cristal o hacer todo tipo de actividades en la nieve son algunas de las aventuras con las que muchos sueñan si les toca la Lotería.
CRUCERO POR EL NILO
Los apasionados a la arqueología y a la antigua civilización egipcia no tienen otro destino soñado que embarcarse en un crucero por el lento fluir del Nilo en busca de las leyendas de los grandes faraones. A bordo de una faluca tradicional, a lo largo de este río que abre una fértil brecha en pleno desierto se van descubriendo, entre El Cairo y Abu Simbel, sus más importantes escenarios: las pirámides de Giza, el complejo de Karnak, el templo de Luxor, el insólito de Kom Ombo, el de Edfú...
FIORDOS NORUEGOS
Desafiando al vértigo desde sus alturas o a bordo de un crucero se exploran los fiordos noruegos, símbolo de la belleza natural del país. Parecen tranquilos lagos azules, pero en realidad son brazos de los mares que se adentran tierra adentro protegidos por majestuosos acantilados de los que a veces caen hermosas cascadas. Hay más de mil, pero los más emblemáticos están en la costa oeste y son el Nærøyfjord, el Sognefjord, el Lysefjord y el Geirangerfjord.
KENIA
“Hay algo en la vida del safari que te hace olvidar todas las penas y sentirte como si te hubieras bebido media botella de champán… con el corazón rebosante de gratitud por el hecho de estar viva”. Lo dijo Karen Blixen, la baronesa que, en los comienzos del siglo XX, se instaló en la Kenia colonial para sacar adelante una plantación de café. Y es también lo que buscar sentir los que tienen este país donde palpita el África salvaje como destino soñado. Recorrer en un todoterreno la sabana para ver de cerca leones, cebras, antílopes, asistir al espectáculo de la migración de los ñus o compartir momentos con los guerreros maasai no se hace todos los días.
MALASIA
Siempre están los que se desmarcan y tienen en lugares más alejados de lo convencional el destino al que se escaparían si les tocara el Gordo. Si nos preguntaran qué conocemos de este país del sureste asiático, la mayoría no llegaría a nombrar más que su capital, Kuala Lumpur, y las Torres Petronas, pero este exótico destino es un placer para los sentidos y un maravilloso crisol multiétnico donde conviven vanguardia arquitectónica, junglas, ciudades futuristas, templos, playas, mercados e islas paradisíacas como Langkawi, un destino de postal.
NUEVA ZELANDA
También están los que si les toca el Gordo de la Lotería de Navidad lo que desearían es perderse al otro lado del mundo. Y ahí, en las antípodas, muy cerca de Australia y plantada en el Pacífico, está Nueva Zelanda, un país de contrastes formado por dos grandes islas: la Isla Norte y la Isla Sur, además de muchas otras pequeñas, rebosantes de una naturaleza espectacular, paisajes del vino y antiguas tradiciones maoríes.
MACHU PICCHU
No hay encuesta sobre los destinos favoritos del mundo en la que no aparezca la Ciudad Perdida de los Incas, que se alza en un inaccesible paraje de los Andes peruanos. Su conservación, la perfección de sus construcciones y, sobre todo, su escenario natural, encajonada en la cresta de un cerro sobre el valle del río Urubamba, hacen de este yacimiento uno de los tesoros arqueológicos más valiosos y, desde luego, de los más místicos del planeta. Más exclusivo aún puede ser llegar hasta él a bordo del lujoso tren Hiram Bingham atravesando los impresionantes paisajes de la región, salpicados de coloridos pueblos andinos y misteriosos vestigios de lo que una vez fueron ciudades incas.
BUTÁN
Bután es una de esas esquinas del planeta en las que es fácil dejarse hipnotizar y no solo por ser el país más feliz de la Tierra. Son sus valles y sus paisajes de arrozales, su orografía salpicada de sietemiles, sus templos centenarios posados en los riscos –especialmente el monasterio de Taktsang o ‘Nido de Tigre’–, sus aldeas intactas entre bosques, pero, sobre todo, su forma de vida espiritual y apegada a la tradición y al budismo, tan alejada del mundo occidental, la que atrae de él.
MONTAÑAS ROCOSAS DE CANADÁ
Siendo el segundo país más grande del mundo, normal que Canadá no esté exento de virtudes, también en forma de maravillas naturales. Para amantes de la naturaleza con mayúsculas y, por supuesto, para bolsillos desahogados, que Canadá no está a la vuelta de la esquina, nada como las Montañas Rocosas. Un viaje por los parques nacionales de Banff, Jasper y Yoho descubre los mejores paisajes.
NUEVA YORK
Conocidísima, imprescindible, deseada… se dice que Nueva York es la capital del mundo y que todo en ella es distinto al resto de los Estados Unidos. Probablemente por eso son millones de visitantes los que acuden cada año a comprobarlo entre sus calles y avenidas de cine, sus museos, tiendas y galerías donde se crean las tendencias mundiales y con monumentos para el recuerdo como el Empire State Building, el puente de Brooklyn o la Estatua de la Libertad.
PATAGONIA ARGENTINA
Del coloso de hielo Perito Moreno, en el Parque Nacional de los Glaciares, al confín del mundo de Ushuaia. La región más austral del mundo es el reino de la soledad, la tierra del desamparo, del mito y el misterio; una de las menos pobladas del mundo pero de una infinita belleza. Y también lo que llegan buscando en el extremo sur del continente americano espíritus intrépidos y contemplativos.
CORDILLERA VOLCÁNICA DE CENTROAMÉRICA
Para los amantes de los volcanes, no hay mayor deseo por cumplir que hacer un viaje lo largo de toda la costa del océano Pacífico descubriendo algunas de estas grandes obras de arte de la Naturaleza. El arco volcánico centroamericano abarca cientos de volcanes, algunos incluso en activo, desde Guatemala, al norte, pasando por El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica (en la imagen el volcán Arenal) hasta Panamá, al sur.