Poco queda por decir de la ciudad de las cien torres. Pero este país es mucho más que su hermosa capital. Desde Brno hasta Olomouc, Český Krumlov, Karlovy Vary o Pilsen, las posibilidades son infinitas.
BRNO
Apodada como la ciudad de la música, Brno es la segunda ciudad más grande de la República Checa. Cuenta con un centro histórico muy interesante en los alrededores de la plaza Moravia, la Estación Central o la catedral de San Pedro y San Pablo. Y custodiando sus confines se halla la hermosa fortaleza de Špilberk. Para descubrir cómo vivía la gente en la Edad Media, nada mejor que adentrarse en el laberinto subterráneo de la ciudad. Y para conocer su patrimonio funcionalista, las villas de Stiassni, Löw- Beer, Jurkovic y Tugendhat, esta última considerada la obra maestra de Mies Van der Rohe.