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EROSIONES DE BOLNUEVO

Las erosiones de Bolnuevo son la postal son la postal más sorprendente de la bahía de Mazarrón y dejan volar la imaginación frente al mar. Un mágico y peculiar paisaje donde la arenisca ha sido modelada de forma caprichosa por el viento y el agua a lo largo de millones de años.

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MORATALLA

Ser un pueblo perdido en el extremo más montañoso de la Región le ha valido a Moratalla conservar unas características especiales y una estructura impecable, con calles angostas y empinadas por las que la vida transcurre a un ritmo sosegado. Su torre del homenaje y su iglesia de la Asunción se suman a los atractivos de la sierra que la circunda, en la que sobresale el paraje de pozas y resaltes de La Puerta.

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CASCADA DEL USERO

A dos kilómetros de Bullas y en el paraje llamado El Molinar se descubre un hecho insólito en la Región de Murcia, el de ver agua en la superficie. Este bonito espacio natural ha sido creado por las aguas del río Mula, afluente del Segura, que durante miles de años ha ido erosionando la roca dando lugar a una cascada en el interior de una impresionante cúpula natural y varias pozas de agua cristalina. Un sendero de pequeño recorrido de 1,5 kilómetros permite llegar a pie.

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CABEZO GORDO

En Torre Pacheco, bajo la montaña del Cabezo Gordo, a 312 metros de altura, se oculta la cueva del Agua, una antigua mina explotada a finales del siglo XIX. En su interior se encuentra un lago de agua dulce al que se llega a través de un corredor. Hoy es hábitat de diferentes especies de murciélagos, pero en la Prehistoria el Cabezo era refugio para el hombre de Neardental, rinocerontes, ciervos…

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CIEZA

Cieza es el mayor productor de melocotón de Europa y a finales de invierno los campos de esta localidad se inundan de flores rosas, las cuales contrastan vivamente con las blancas de los albaricoqueros y ciruelos, y con el verde de los demás cultivos, pintando unos paisajes difíciles de creer.

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CEHEGÍN

Posee uno de los cascos urbanos más encantadores de la Región. Se concentra en torno a la plaza de la Constitución, que era la antigua plaza Mayor de la urbe medieval y desde cuya balconada de casas sobre soportales de columnas se admira su compacto entramado urbano, formado por un mar de tejas morunas y tabiques de cal y mampostería. En ella se levantan gran parte de sus edificios con más solera, entre la que destaca el templo de la Magdalena y el palacio de los Fajardo.

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VALLE DE RICOTE

El valle de Ricote es un oasis de palmeras datileras y frutales que da para muchas excursiones. La Ruta de las Norias de Abarán, un paseo de dos horas por las orillas del Segura, permite visitar cuatro de estos vetustos ingenios hidráulicos, aún usados para regar los huertos, incluida la noria más grande de Europa. Mientras que el mirador del Alto de Bayna, en Blanca, permite contemplar el paisaje de Azud de Ojós, donde el río Segura se remansa y se vuelve espejo antes de colarse por el desfiladero del Chinte.

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ARENALES Y SALINAS DE SAN PEDRO

Las aves migratorias han encontrado en este humedal entre San Pedro del Pinatar y San Javier un lugar idóneo para su nidificación y descanso. Entre ellas, las más llamativas son los flamencos rosas que frecuentan los diferentes ecosistemas de este parque regional: dunas, saladares y playas vírgenes. Posee un observatorio y un centro de visitantes.

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CASTILLO DE LORCA

La seña de identidad de la llamada Ciudad del Sol es este castillo que fue clave en los límites entre el reino nazarí de Granada y la Corona de Castilla. Un paseo por su interior permite ir descubriendo sus murallas, las caballerizas, los aljibes, la torre del Espolón, la Alfonsina o la sinagoga judía. A sus pies, un casco antiguo con empaque de arquitectura barroca agrupado en torno a su plaza de España.

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ULEA

En el valle del Ricote, Ulea es un pueblo bonito, con vistas maravillosas y una iglesia, la de San Bartolomé, que fue mezquita antes que templo cristiano y guarda una reliquia del Lignum Crucis. Entre Ulea y Ojós, en una abrupta pendiente, está el yacimiento del Salto de la Novia, en la margen izquierda del río Segura.

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