GANTE
A Gante, la que fue la ciudad más grande de Europa en el siglo XVI, se va a ver sus edificios gremiales reflejados en el agua, a admirar la fortaleza de los Condes, a contemplar la Adoración del Cordero Místico en su catedral, entrar en alguno de sus 18 museos, saborear los platos de los innumerables restaurantes del barrio del Patershol, participar de su animada vida universitaria o a dar un paseo cervecero. Pero también, a contemplar sus campanarios –el de la catedral de San Bavón, la Atalaya o Belfort y la torre de la iglesia de San Nicolás.