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MUROS

Abierta al mar y en el límite entre las Rías Altas y Bajas, esta villa señorial construida en piedra es la más típica estampa gallega, con rúas estrechas y serpenteantes que confluyen en pequeñas plazas, cruceiros, fuentes, casas típicas con soportales y un activo puerto pesquero.

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CANGAS DO MORRAZO

Situado en la Península del Morrazo nos encontramos con Cangas, un pueblo con una impresionante riqueza paisajística. El Espacio Natural de Costa da Vela ofrece una de sus estampas más fascinantes, el Faro de Cabo Home, un lugar perfecto para despedir el día contemplando la puesta de sol. Si lo que prefieres es refrescarte Cangas cuenta con hasta 39 playas y entre ellas destaca la de Melide, ubicada frente a las islas Cíes, y desde donde podrás ver delfines jugando en el agua, playa de arena blanca y fina que la convierte en paradisíaca / © Shutterstock

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A GUARDA

Conocido como uno de los enclaves turísticos más importantes de Galicia por su emplazamiento geográfico, A Guarda es un destino cargado de magia. Uno de los lugares de visita obligada, una vez llegados a este pueblo de las Rías Baixas, es el Monte Trega y el gran yacimiento arqueológico que en él se encuentra y cuyos orígenes se remontan al siglo IV a.C. La iglesia parroquial de A Guarda, el castillo de Santa Cruz y el museo del mar, entre otros, completarán tu recorrido / © Shutterstock

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MEIS

Al oeste de Pontevedra y en el interior de la comarca del Salnés se extiende, desde lo alto del monte Castrove hasta la ribera del Umia, el pueblo de Meis, una parada imprescindible en un recorrido por las Rías Baixas. El Parque Etnográfico Molinos de Serén, una zona de gran interés medioambiental da forma a un bonito paseo que lleva a la Aldea de Pedra que cuenta con capilla, hórreo, horno… además de un molino-museo donde familiarizarse con su funcionamiento. Al final de la ruta se alza el Monasterio cisterciense de Armenteira, habitado por una comunidad de monjas de la misma orden, cuyo impresionante rosetón central en la fachada cautiva todo viajero / © Shutterstock

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CAMBADOS

Su nombre siempre ha estado ligado al vino Albariño, como se muestra en su Museo del Vino, junto a las ruinas de Santa Mariña Dozo. Además del museo, en Cambados también resulta obligada una ruta por sus bodegas, algunas en el centro histórico de esta localidad donde la nobleza gallega habitó en su día algunas de las casonas señoriales de esta antigua parroquia marinera que es conjunto histórico-monumental, salpicado de pazos como el de Montesacro y el de Fefiñáns, iglesias, torres y capillas.

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TUI

Tui es, ante todo, una catedral fortificada, la de Santa María, una de las más famosas de Galicia. Y en torno a ella, un conjunto de calles medievales a las que van asomando conventos, como el de las clarisas, iglesias como la de San Francisco y que llevan siempre hacia el Miño, el río que la une, desde hace más de un siglo, por un puente a Portugal y a la ciudad de Valença do Miño.

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COMBARRO

Con una de las estampas más bellas y típicas de Galicia, Combarro se recoge entre el mar y la tierra, con su puerto pesquero, su singular casco viejo y sobre todo su colección de hórreos alineados al borde la ría, todo un ejemplo de arquitectura popular. Allí se contempla el marisqueo durante la marea baja, el arreglo de redes y las idas y venidas de sus barcos pesqueros.

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