LUCENA
Dos ciudades de Córdoba cobijan la esencia artística del Barroco andaluz: Priego y Lucena. Aunque solo sea para admirar la capilla del Sagrario de la iglesia de San Mateo, que ha sido comparada con un firmamento a escala reducida, Lucena merece una sosegada visita. Una vez en ella hay que descubrir también su castillo, en el que estuvo preso Boabdil, el último de los sultanes nazaríes de Granada, y que acoge el Museo Arqueológico y Etnológico de la ciudad; recorrer su judería y, a las afueras, en un empinado cerro solitario, llegar hasta el santuario de la patrona, la Virgen de Araceli / © Shutterstock