PEÑARANDA DE DUERO
En la Ribera del Duero y a poco más de veinte kilómetros de Aranda, Peñaranda es una villa señorial y recia, pero tranquila; se nota que fue importante paseando por sus calles a las que asoman escudos de rancio abolengo. En su caserío, que se extiende en torno a la calle Real y a la elegante plaza del Duque, hay casonas nobles como el palacio de Avellaneda, viviendas tradicionales de piedra y adobe, una iglesia imponente –la de Santa Ana–, restos de la muralla que la protegía, una botica del siglo XVII y un castillo en lo alto se remonta a la época en la que árabes y cristianos se disputaban las orillas del Duero.
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