Nadie duda en la península de Indochina de que Camboya es la indiscutible capital asiática de los templos. No solo por el más sagrado de todos, Angkor Wat, el monumento religioso más grande del mundo, sino por los cientos de ruinas y templos que se agolpan en los alrededores de Siem Reap, el epicentro del imperio jemer. El país arrastra un reciente pasado oscuro, pero hoy sorprende por sus bellezas naturales. Arrozales, playas paradisíacas en sus islas meridionales, el caudaloso río Mekong y las montañas del norte esperan en este hermoso país que invita a la aventura.