RÓTERDAM
Arquitectónicamente, Róterdam es un modelo de vanguardia. Aquí se construyó el primer rascacielos de Europa, y también aquí se levanta la torre más alta de Holanda, y aún más, del Benelux, así que cuando uno llega a ella lo primero que tiene que hacer es buscar un buen mirador sobre la ciudad y disfrutar con su impresionante perfil. Innovadora, moderna y mutante, la ciudad holandesa con el puerto más grande de Europa es, sobre todo, un hito arquitectónico en medio del agua. Si el Willemsbrug o puente de Guillermo, reconocible a primera vista por su color rojo y que une el norte y el sur de Rotterdam permite hacerse una idea de lo gigantesca que se ha hecho esta ciudad a orillas del inmenso río Mosa, el de Erasmo, que le supera en metros, ejerce de icono blanco y monumental. Róterdam nunca deja de romper moldes.