5. MILÁN
La capital financiera de Italia es un hervidero de tendencias que tiene su mejor escaparate en las boutiques del Quadrilatero d’Oro. Pero Milán es mucho más que esto. Porque también es Il Duomo, la catedral gótica más grande del mundo, a cuyos tejados hay que subir para contemplar las vistas, sus nobles y artistocráticos edificios –como el Palacio Real–, sus piazzas, su legado artístico –sobre todo, La Última Cena de Leonardo da Vinci, el Teatro de la Scala –la ópera más famosa del mundo–, la elegantísima Galleria Vittorio Emanuele II y, por supuesto, su vida nocturna, que por algo presume de ser de las mejores del país. Un total de 8,81 millones de visitantes están de acuerdo.