EN LA ISLA DE LA GIUDECCA
A tiro de piedra de San Marcos queda esta bellísima y muy monumental isla, perfecta para escapar unas horas del bullicio turístico. En realidad, no es una sola, sino un conjunto de ocho islotes en los que en otro tiempo veraneaba la nobleza y tuvo su residencia Miguel Ángel. Hoy en este remanso de paz hay que admirar la iglesia del Santísimo Redentory, sobre todo, la privilegiada vista que desde su orilla se admira del paisaje veneciano.