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CALA COMTE

Con un horizonte salpicado de islotes y una puesta de sol inolvidable, esta playa ibicenca formada por varias calitas de arena blanca separadas por promontorios rocosos y aguas turquesas pasa por ser una de las más bonitas de la isla y hasta del mundo, especialmente al atardecer. Desde ella de divisan las islas de Es Bosc, Sa Conillera, Ses Bledes y S’Espartar.

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SANT VICENT

A 8 kilómetros de Sant Joan de Labritja y cerquita del pueblo que le da nombre, esta cala de arena fina era en otro tiempo la zona más aislada de la isla. Pero sus aguas de un brillante color azul turquesa no podían ser un secreto mucho tiempo, ni tampoco sus encantos: el de los pinos y sabinas de los acantilados que la enmarcan, el islote de Tagomago en el horizonte, su arena fina de color tostada, sus casetas-varadero… y, además con todos los servicios.

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CALA GRACIÓ

Arena dorada y aguas de color turquesa. Sí, parece el denominador común de todas las playas de Ibiza, incluso del resto de las Baleares, pero Cala Gració tiene sus bazas particulares: es una cala muy pequeña y tranquila, un bosque de sabinas la emarca, mira hacia el islote de Sa Conillera y está a solo un kilómetro de Sant Antoni. A su lado, cala Gracioneta, que aún es más mínima.

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CALA VADELLA

Aguas turquesas y paredes rocosas escoltándola. Es la cara de presentación de esta bonita playa del suroeste de la isla localizada en un tranquilo entrante de mar. Es pequeña, apenas 260 metros de longitud, pero su fácil acceso y su entorno natural salpicado de construcciones que se integran sin hacerse notar le hace tener muchos adeptos.

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S'AIGUA BLANCA

La llegada a esta larga playa ubicada en una larga y estrecha franja costera del municipio de Santa Eulària des Riu no resulta tan fácil, porque para ello hay que aparcar a distancia en lo alto del acantilado y bajar andando por un interminable cuesta y algunos escalones. Gusta a los nudistas, a los hippies, pero también a los que no lo son. Y a unos y otros, formar una pasta con el barro de las rocas y el agua y embadurnarse con ella, que dicen que no puede ser mejor para el cuidado de la piel. Agua clara, buen oleaje, dos rocas perfectas para practicar snorkel, un par de chiringuitos y sombrillas de paja. De lo más idílico.

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