CABRERA
A solo media hora en barco desde el sur de Mallorca se encuentra esta pequeña isla de naturaleza generosa donde no hay hoteles –solo un refugio para pernoctar un máximo de dos noches–, tampoco restaurantes y no se puede bucear ni echar el ancla sin permiso. Todo, para no alterar el paisaje litoral mejor conservado de España, un archipiélago declarado Parque Nacional de poco más de 13 kilómetros cuadrados donde viven, igual que hace miles de años, más de 500 especies de plantas y 950 de animales marinos. Desde la colonia de Sant Jordi, en Mallorca, donde se encuentra el centro de visitantes, parten los barcos a Cabrera, una travesía que dura entre 30 y 45 minutos.