© Cordon PressEs larga la lista de propiedades de la Casa de Alba, con más de una veintena de palacios y castillos repartidos por nuestra geografía, además de terrenos agrícolas y una extraordinaria colección privada de arte, de las mejores de nuestro país. Unos gestionados por la fundación que lleva su nombre y otros cedidos a instituciones públicas para su conservación y uso, un buen número de estos edificios ofrecen visitas y nos invitan a descubrir el patrimonio de una de las familias nobles más importantes de España.
LAS DUEÑAS, SEVILLA
Este palacio cargado de historia cautiva a todo aquel que lo descubre. Construido entre los siglos XV y XVI, se ha convertido en toda una atracción monumental de Sevilla. En él nació el poeta Antonio Machado, Américo Vespucio contrajo matrimonio con María Cerezo y fue la residencia principal de Cayetana de Alba hasta su muerte en 2014. Dos años después, su hijo decidió abrirlo al público. Son 6000 metros cuadrados de patios y jardines y espacios decorados con obras de arte de gran valor los que se disfrutan durante la visita.
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La entrada tiene un precio de 13 € e incluye audioguía o app. Es gratuita los lunes no festivos desde las 16 horas. lasduenas.es
© Cordon PressPALACIO DE MONTERREY, SALAMANCA
Empezando por la Clerecía –sede de la Universidad Pontificia–, la calle peatonal Compañía reúne algunas de las grandes joyas patrimoniales de Salamanca: la Casa de las Conchas, la iglesia de San Benito, varios conventos y el palacio de la Casa de Alba, que mandó construir el tercer conde de Monterrey y es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura de Renacimiento y máximo exponente del plateresco. Su diseño es obra de Rodrigo Gil de Hontañón, en la que destacan las dos torres, los miradores, la ornamentada balaustrada y los remates labrados con atrevidos sátiros, animales fantásticos y blasones de las familias nobles. La visita por el interior de esta casa real, vivida y en uso en la actualidad, permite adentrarse en el entorno más íntimo de la familia y admirar una importante colección artística y mobiliaria para acabar contemplando la panorámica desde uno de sus torreones.
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Existen dos tipos de entrada, la completa es una visita libre con audioguía a través de una docena de estancias, incluyendo las cocinas y las celdas (9,50 €); la nocturna se realiza a la luz de los candiles (15 €). Hay otra más que permite conocer el palacio de forma exclusiva cuando cierra al público el palacio. palaciodemonterrey.com
© Cordon PressPALACIO DE LIRIA, MADRID
Todos los días, desde 2019, las puertas de este palacio de 1773 que llegó a rivalizar con el Palacio Real se abren para que sus visitantes descubran la esencia de un palacio vivido a través de una experiencia sensorial en la que se combina la música, la voz, las palabras y las imágenes. Rodeado de jardines afrancesados, guarda el grueso de la colección de la Fundación Casa de Alba, con obras de Ventura Rodríguez, cuadros de Zurbarán, El Greco, Rubens o Velázquez colgando de sus salones o el célebre retrato de la Duquesa pintado por Goya. El paseo por sus estancias también permite admirar muebles de Eugenia de Montijo –a quien le sorprendió en este lugar la muerte, o su impresionante biblioteca, que, entre otros tesoros, conserva los cuadernos de viaje de Cristóbal Colón. Paralelamente, organiza actividades como visitas temáticas, conciertos o exposiciones temporales.
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El palacio abre de lunes a domingo y hay dos tipos de visitas, la general con audioguía (16-18 €) o guiadas (12:45), que cuestan 35 €. También acoge exposiciones temporales (7-14 €). La más exclusiva es una visita a palacio cerrado, que incluyen otros espacios. palaciodeliria.com
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© Cordon PressCASTILLO DE COCA, SEGOVIA
Pocas localidades en España, ni en el mundo siquiera, pueden presumir como lo hace Coca de ser cuna de un emperador de Roma, en este caso de Teodosio el Grande. Tampoco de un castillo del tamaño y hermosura como el que se levanta en medio de un mar de pinares, en la confluencia de los ríos Eresma y Voltoya. Levantado por iniciativa del arzobispo de Sevilla, Alonso de Fonseca, es propiedad de la Casa de Alba, aunque está cedido para albergar un centro de formación agraria y forestal. Es el mejor ejemplo del mudéjar militar castellano, aunque las crónicas no recuerdan ni una sola batalla que tuviera como escenario este castillo. Hoy los puentes levadizos han desaparecido, pero una de las dos puertas de acceso que tuvo en sus orígenes siguen abriéndose para iniciar un recorrido que tiene como punto de partida la torre del homenaje, y discurre por la llamada de Pedro Mata, la capilla y la mazmorra antes de desembocar en el reconstruido patio de armas. Atención también a los esgrafiados policromados de algunas de sus estancias.
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Es necesario hacer reserva previa. La entrada tiene un precio de 3 € y cierra los primeros martes de cada mes. castillodecoca.com
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© Cordon PressMONASTERIO DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LOECHES, MADRID
A la plaza de la Duquesa de Alba se abre este monasterio madrileño conocido también como el Convento Grande, que recuerda por su fachada al de la Encarnación de la capital, en la que se inspiró. Lo mandó levantar en 1640 el primer Conde-Duque de Olivares, valido del rey Felipe IV de España. En una capilla añadida en 1909 el padre de Cayetana fundó un panteón –inspirado en El Escorial- donde hoy descansan este y los dos maridos de la Duquesa, Luis Martínez de Irujo, padre de sus seis hijos, y Jesús Aguirre.
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La visita guiada incluye la visita del monasterio, el panteón y la cripta. La entrada es gratuita. monasterioloeches.org
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© Cordon PressCASTILLO DE VALDECORNEJA, ÁVILA
En El Barco de Ávila, pueblo que baña el Tormes, hay dos paseos imprescindibles: el que recorre la calle Mayor y principal, y el que sigue la orilla del río, a cuyas aguas se asoman el puente medieval, la ermita del Cristo del Caño, la magnífica iglesia de la Asunción, la muralla y el imponente castillo de Valdecorneja, que se levantó en el siglo XII, pertenece a la Casa de Alba desde los inicios de este linaje nobiliario, pues fue el IV señor de Valdecorneja quien recibió del rey Juan II de Castilla el título de primer conde de Alba de Tormes, que después pasó a ser ducado. Actualmente acoge representaciones culturales.
© Cordon PressCASTILLO DE ALBA DE TORMES, SALAMANCA
Frescos renacentistas, bustos de bronce, columnas de mármol, medallas, la mejor vajilla del Imperio..., todo era lujo en el castillo durante la época del Gran Duque, pero fue destruido en gran parte en el siglo XIX y sus piedras utilizadas para muchas casas albenses. La torre del homenaje es la única que se conserva de las seis que llegó a tener y ahora acoge un museo didáctico dividido en cuatro plantas que propone un recorrido para descubrir la historia del castillo, además de acoger la oficina de turismo. En sus salas acoge las pinturas murales de la batalla de Mühlberg. Desde el mirador situado en lo más alto se contemplan las ruinas de la fortaleza, la villa y la ribera del Tormes.
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El castillo abre todos los días y la entrada cuesta 3€.
