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Desde escenarios naturales tan espectaculares como el acantilado de los Gigantes, las Cañadas del Teide o el Parque Rural de Anaga a los preciosos cascos históricos de La Laguna, La Orotava y Garachico. Los imprescindibles que tienes que descubrir si quieres presumir de haber visitado la isla. Para viajes organizados Soltour cuenta con paquetes perfectos para conocer la isla en siete días desde 213 €. 

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SAN CRISTÓBAL DE LA LAGUNA

Modelo para la construcción de numerosas ciudades del Nuevo Mundo y sede de una de las universidades de mayor tradición en España, esta ciudad guarda en su casco histórico declarado Patrimonio de la Humanidad auténticas joyas arquitectónicas, como la plaza del Adelantado, el antiguo convento de San Agustín, el Palacio Episcopal. Después de un paseo, nada como disfrutar en el restaurante El Guaydil (restauranteguaydil.com) de una comida típica canaria actualizada.

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ACANTILADO DE LOS GIGANTES

Los acantilados más espectaculares de Canarias se extienden a lo largo de diez kilómetros, entre la localidad de Los Gigantes y la punta de Teno. Una impresionante fachada de vertiginosas paredes acantiladas de 550 metros de altura que en tiempos era llamada la Muralla del Infierno, es fácil imaginar por qué, y cuya geografía es la de un farallón oscuro de lavas prácticamente infranqueable que cae drásticamente sobre el mar, el mejor lugar para admirarlo. Es el entorno en el que se concentra una de las mayores poblaciones de cetáceos del planeta, y por ello el mejor lugar para su avistamiento.

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LAS CAÑADAS DEL TEIDE

Desde sus 3.718 metros de altura, el pico más alto de España domina majestuoso el gigantesco circo volcánico de Las Cañadas, declarado parque nacional y sembrado de conos volcánicos, campos de lava, fumarolas y aislados roques tan famosos como los de García. Pero esta inmensa caldera doble encierra entre sus paredes acantiladas, además de un privilegiado muestrario de formas y relieves eruptivos, una gran variedad de especies vegetales, muchas de ellas únicas. Una de las experiencias más exclusivas que se pueden hacer en este lugar es subir al atardecer hasta casi la cima del Teide y brindar con una copa de espumoso canario viendo el mar de nubes tiñéndose con el ocaso en el silencio más absoluto.

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GARACHICO

En la costa norte de Tenerife, Garachico es otro de los tesoros de la isla. A pesar de que fue sepultada bajo la erupción de un volcán a principios del siglo XVIII, lo que formó unas piscinas naturales en roca volcánica famosas en toda la isla, el blanco caserío muestra un bello y envidiable conjunto monumental, cuyas calles mantienen el trazado urbano fundacional y trasladan la época de esplendor portuario de la localidad.

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BARRANCO DE MASCA

El escondido y bien conservado caserío de Masca aparece enclavado de forma escalonada en la inverosímil ladera del barranco al que da nombre. Rodeado de palmeras y bancales, es el punto de partida de un espectacular sendero que desciende hasta una paradisíaca playa que fue refugio de piratas./ © shutterstock

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ICOD DE LOS VINOS

A esta localidad rodeada de fértiles y empinadas laderas hay que llegar para dos cosas: para conocer su famoso drago, el mayor y más viejo árbol de esta especie del archipiélago, además de emblema de Canarias, y también para probar los excelentes vinos elaborados en sus bodegas. Una vez en ella habrá que perderse también por sus calles que conservan un rico patrimonio artístico, rincones con encanto y un espacio singular, la plaza de la Pila, sombreada por grandes ficus, laureles y pandanos, y a las que abren varias casas señoriales.

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PARQUE RURAL DE ANAGA

El abrupto macizo de Anaga, en el nordeste de la isla y Reserva de la Biosfera de la Unesco, cuenta con una red de carreteras y de senderos que acercan, en coche, en guagua o caminando, a lugares con excelentes panorámicas, rincones naturales de belleza espectacular o pintorescos caseríos donde participar de las formas de vida de las gentes del entorno. Sus ladera esconden, además, los más espesos bosques de laurisilva de toda la isla.

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LA OROTAVA

Las empinadas calles adoquinadas de esta localidad que conserva ese sabor tradicional de las antiguas ciudades coloniales están sembrada de iglesias, conventos, palacios y molinos de agua que dan para entretenerse largas horas. Ahí está el templo de la Inmaculada Concepción o el de San Juan Bautista, el convento de Santo Domingo, pero también la Casa de los Balcones o el Liceo Taoro. Pero entre su rico y abundante patrimonio artístico sobresalen las llamadas Doce Casas, el mejor ejemplo conjunto de arquitectura tradicional canaria de los siglos XVI a XVIII, casi todas articuladas en torno a un patio con galerías abiertas a un fresco jardín interior.

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SANTA CRUZ DE TENERIFE

Al sur de Santa Cruz de Tenerife, en el mismo borde del mar, se encuentra el que es el más venerado santuario de Canarias. Dice la leyenda que fueron dos pescadores guanches quienes encontraron en la playa una imagen de la Virgen, un milagro que daría origen a una iglesia y después a la actual basílica, que preside una gran plaza adornada por enormes esculturas. La playa de las Teresitas, creada artificialmente con arena dorada traída del Sahara, y el parque García Sanabria, un auténtico jardín botánico con exóticos árboles tropicales y subtropicales, son tres de sus lugares imprescindibles.

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COSTA MARTIÁNEZ

Los siete lagos de agua salada que beben del océano y forman el complejo Costa Martiánez, con piscinas, jardines, terrazas, restaurantes y zonas de ocio, son el orgullo del Puerto de la Cruz. Lleva la firma del artista lanzaroteño César Manrique, quien realizó esta singular obra con la piedra volcánica como protagonista y complementada con elementos vegetales de flora autóctona y originales esculturas.

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