EN LA PATRIA DE DULCINEA
“Tenga vuestra merced la cortesía de entrar a esta mi casa, que yo le enseñaré sus secretos y le prepararé unos buenos duelos y quebrantos”. Hoy, en la casa de Dulcinea, no espera con sus exquisiteces la labradora Aldonza Lorenzo, pero todos sus rincones recuerdan a su propietaria. Siguiendo el relato quijotesco, la ruta por El Toboso continúa, entre viviendas de esencia manchega, por la iglesia de San Antonio Abad, la plaza Mayor y el convento de las Trinitarias antes de parar en el Museo Cervantino.