Un viaje en imágenes por lo mejor de la región italiana de Umbría

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Imagen de Asís, ciudad de Umbría

ASÍS

Todo en la medieval Asís habla de San Francisco, porque fue en esta ciudad de espíritu hospitalario donde nació el patrón de Italia (también Santa Clara). Pisar sus calles es el lugar de nacimiento de San Francisco (también de Santa Clara), una ciudad de espíritu hospitaliario que tiene en su basílica, donde reposan los restos del santo, un conjunto arquitectónico único. La Unesco la ha incluido en su lista del Patrimonio Mundial.

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Cascada de Mormole, Umbría

CASCADA DE MARMORE

En el valle de Valnerina, cerca de Terni, se descubre la que es una de las cataratas más bellas de Europa, cuyas aguas se zambullen en el río Nera con un espectacular salto de 165 metros, envueltas por una vegetación exuberante. Este lugar que forma parte del Parque Fluvial del Nera es lugar que gusta a los amantes del rafting, el kayak y otras actividades de turismo activo.

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Teatro romano de Gubbio

GUBBIO

A los pies del monte Ingino y atravesada por el río Camignano, la ciudad más antigua de Umbría resulta de lo más cautivadora. Una villa medieval deliciosa, recorrida por callejuelas de piedra que trepan por la montaña y adornada de monumentos que relatan su larga historia, como su teatro romano, el palacio de los Cónsules, el Duomo, el palacio Ducal y un puñado de iglesias.

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Isla Maggiore, Umbría

ISLA MAGGIORE

Apenas una treintena de personas viven en esta isla del lago Trasimeno, el auténtico paraíso natural de la región de Umbría, a la que hay que llegar en barco desde la medieval Passignano. El paseo por ella lleva al antiguo pueblo de pescadores y después a su iglesia románica del Salvador, a la de San Miguel Arcángel y a la aristocrática Villa Isabella.

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Isla de Polvese, Umbría

ISLA DE POLVESE

Desde el muelle de San Feliciano se alcanza la mayor isla de las tres que tiene el lago Trasimeno. Está deshabitada, pero ofrece una doble experiencia para los visitantes, porque además de una inmersión de la naturaleza y el ecosistema de la isla, permite explorar su patrimonio histórico y artístico: el castillo medieval, la iglesia de San Giuliano, los restos de la de San Secondo y el monasterio de Olivetano, además de un jardín de plantas acuáticas.

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Imagen de la Catedral de Orvieto

ORVIETO

Orvieto presume de catedral, porque es una obra maestra del arte gótico italiano, pero también del Pozo de San Patricio, una obra maestra de ingeniería con dos escaleras de caracol y 248 escalones que descienden hasta el agua. La Torre del Moro, la fortaleza del Albornoz, la necrópolis etrucas o el recorrido subterráneo por sus grutas no deben faltar en el recorrido.

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Perugia, capital de Umbría

PERUGIA

Capital de Umbría, “el corazón verde de Italia” y levantada sobre una colina dominando el valle del Tíber, Perugia es una animada ciudad universitaria poseedora de un laberinto medieval de callejones empedrados, escaleras y plazas con soportales y magníficos palacios que componen su centro histórico.

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Casa decorada con flores en Spello, Umbría

SPELLO

Asís es un lugar bullicioso por el trajín de sus peregrinos, pero a solo diez kilómetros de distancia la calma reina en Spello, un pueblo pequeño de piedra donde trasladarse durante unas horas al Medievo, con sus murallas –algunos tramos de época romana–, arcos y casas floridas con vistas a la campiña.

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Spoleto, ciudad perteneciente a Umbría

SPOLETO

A esta pequeña ciudad de Umbría hay que acudir, preferentemente, en julio, cuando se celebra su afamado Festival de los Dos Mundos. Así es desde 1957, por eso se ha convertido en el evento cultural más importante de toda la región que se extiende a lo largo de tres semanas de conciertos, ópera, danza, teatro, cine y artes visuales. Si no coincide, siempre queda ver su iglesia de San Salvatore, Patrimonio de la Humanidad.

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Vía Francígena rodeada de viñedos

VIA FRANCÍGENA (CAMINO DE SAN FRANCISCO)

Pero Umbría también propone un viaje espiritual, el de la Vía Francígena, uno de esos caminos que al final del primer milenio atravesaban Europa para dirigirse hacia la tumba del apóstol San Pedro en Roma, o bien proseguir hacia Tierra Santa. El itinerario, que en el tramo italiano va de Gran San Bernardo a Roma a lo largo de 945 km atravesando distintas regiones, ha sido declarado Itinerario Cultural por el Consejo de Europa.