48 horas en Jerusalén o cómo dejarse atraer por la ciudad más santa
Jerusalén para los cristianos, Yerushalayim para los judíos y Al Quds para los árabes. Para todos, esta ciudad por cuyos barrios se superponen y enredan los rastros de las principales religiones monoteístas del mundo es santa. Y, sin embargo, resulta paradójico que una ciudad tan espiritual cuyo nombre deriva de yerush, que significa casa, y shalom, que es paz, sea a la vez protagonista de tantas confrontaciones a lo largo de su dilatada historia.