48 horas en Jerusalén o cómo dejarse atraer por la ciudad más santa
Jerusalén para los cristianos, Yerushalayim para los judíos y Al Quds para los árabes. Para todos, esta ciudad por cuyos barrios se superponen y enredan los rastros de las principales religiones monoteístas del mundo es santa. Y, sin embargo, resulta paradójico que una ciudad tan espiritual cuyo nombre deriva de yerush, que significa casa, y shalom, que es paz, sea a la vez protagonista de tantas confrontaciones a lo largo de su dilatada historia.
A lo alto del Monte de los Olivos se puede contemplar una panorámica maravillosa de la ciudad de Jerusalén.
Imagen de la Cúpula de la Roca, monumeto islámico situado en el centro del Monte del Templo.
La puerta de Damasco se tiñe de luz y color cada año en el Festival de la Luz-
Millones de judíos se dan cita cada año en El muro de las lamentaciones, el lugar más sagrado del judaísmo en la ciudad de Jerusalén.
Se trata de La abadía de Hagia Maria, lugar en el que según la tradición, tuvo lugar la Dormición de la Virgen María / © shutterstock
Yad Vashem es la institución oficial israelí construida en memoria de las víctimas del Holocausto y en su interior podrás ver la Sala de los Nombres en la que se encuentra una breve biografía de cada una de los millones de víctimas.
Imagen de las vistas de la terraza del Hotel Mamilla en Jerusalén, el complejo más lujoso de la ciudad.