Hay parques naturales, playas, conjuntos etnográficos, cascadas o pueblos asturianos que no son los que suenan tanto, pero igual de interesantes. Te desvelamos un puñado de ellos, pero con sumo cuidado, no vaya a ser que por desvelarlos se les robe parte de su belleza.
CASCADAS DE ONETA
Un paseo agradable y sin dificultad, más que una ruta, es el que lleva, desde el pueblo de Oneta, en la carretera que va de Villayón a Luarca, hasta estas cascadas formadas por tres caídas de agua, aunque la más conocida es la primera de ellas, la llamada Firbia, con unos 15 metros de altura y rodeada por frondosos bosques de alisos, sauces y fresnos, porque las otras no se encuentran tan accesibles. En su base se puede ver un antiguo molino.