Si tuviéramos que elegir un solo lugar de esta tierra sería difícil elegir, así que como es casi imposible, nos rendimos a un puñado de ellos, que no son los que más suenan, pero seguro que te sorprenden.
BANCO DE LOIBA
Frente a los acantilados salvajes de Loiba, entre los cabos coruñeses de Ortegal y Estaca de Bares, está el que una mano anónima talló como “The best bank of the world”. El lugar es privilegiado, porque sentados en él se observan, desde el plano más cercano, el islote horadado de Gavioteira y la playota de Coitelo, ejemplos del resto de siete kilómetros de cantiles espumeantes que se suceden en este tramo de costa.