BRUJAS
Es pequeña, abarcable y además es una de las urbes medievales mejor conservadas de Europa, todos los ingredientes para que su centro histórico haya sido declarado Patrimonio de la Humanidad, pero es que en época invernal parece de cuento. Para quedarse con el mejor recuerdo de la ciudad belga están sus adoquinadas calles, sus canales congelados y sus fotogénicas plazas medievales rodeadas de altas torres y antiguas iglesias, los edificios medievales y el altísimo campanario de Belfort en el Grote Markt, la plaza del Mercado, también la encantadora del Burg, a la que asoma la fachada del impresionante Ayuntamiento, la catedral de San Salvador, museos como el Groeninge; el Beaterio y, sobre todo, el puente de St. Bonifacius y el parque Minnewater, sus lugares más románticos.