Lugares mágicos que enamoran en la Comunidad Valenciana

La Albufera y, a sus orillas, la aldea del Palmar, la magnífica atalaya de Ares del Maestre, el conjunto histórico de Vilafamés, El Castell de Guadalest, el palmeral del Huerto del Cura de Elche… Y así hasta dieciocho. Una colección de rincones entre el mar y la montaña que te resultarán sorprendentes.

ALTEA
Desde la punta del Mascarat y enclavada en una bahía, esta localidad alicantina se hace hueco entre el mar y la montaña para ofrecer una imagen casi simbólica de la Costa Blanca. Con la cúpula azul y blanca de su iglesia parroquial, el municipio se extiende por un tosal que acaba en el mismo Mediterráneo. Pequeñas y hermosas calas y playas se suceden por un litoral plagado del mismo encanto blanco que guarda su casco urbano.

Más información: Portal turístico de la Comunitat Valenciana.

LA ALBUFERA
A muy pocos kilómetros de la ciudad de Valencia se descubre el que es uno de los más valiosos espacios naturales mediterráneos. Un humedal de agua dulce a dos pasos del mar, separados ambos por un cordón litoral en el que se desarrollan formaciones dunares, que invita a una excursión temática con sensibilidad medioambiental. Parte de esta lengua de arena es la Devesa del Saler, un bosque de pino blanco para el birdwatching, donde se puede observar a las más de 350 aves que nidifican o pasar el invierno en ella, además de conocer el ciclo del arroz que se cultiva en estas aguas. Tres golas o canales (dos naturales y uno artificial) comunican el lago y el marjal circundante con el mar.

ARES DEL MAESTRE
Situado en la comarca castellonense del Alt Maestrat y sobre un promontorio coronado por las ruinas del castillo, que resulta una magnífica atalaya sobre el paisaje montañoso que le rodea, se encuentra Ares del Maestre, un enclave de solo 220 habitantes, pero con una historia de hace miles de años. En sus barrancos los antepasados prehistóricos han dejado un magnífico legado en forma de pinturas rupestres. Especial mención merecen las de la Cueva Remigia en el barranco de la Gasulla, considerada la Capilla Sixtina del neolítico. Estas pinturas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco conjuntamente con el resto de arte rupestre levantino.

ACUEDUCTO DE PEÑA CORTADA
En el Azud del rió Tuéjar, donde recogía el agua, arranca el singular acueducto romano de Peña Cortada, que discurre por los municipios valencianos de Tuéjar, Chelva, Calles y Domeño. La longitud de los restos hallados es de 28,6 kilómetros, pero el tramo más espectacular es el que salva el barranco de la cueva del Gato, en Calles. Tiene 36 metros de largo y una altura máxima de 33 metros y está formado por tres arcos sobre pilares escalonados, cimentados directamente sobre la roca viva y construido con bloques de piedra cortados minuciosamente a escuadra, según la técnica romana del opus quadratum. Una vez rebasado el puente, se puede observar el impresionante cortado vertical denominado Peña Cortada o La Serrada que se dio a la roca para permitir la construcción de este puente-acueducto.

CASTILLO DE BIAR
La belleza del entorno natural de Biar, con suaves y frondosos montes, se une a la singularidad monumental de su fortaleza, que data del siglo XII y se alza por encima de un excelentemente conservado casco urbano medieval. En Biar se respira historia por los cuatro costados y basta recorrer su casco antiguo para comprobarlo. El de Biar es uno de los más de cien castillos de la provincia de Alicante, cada uno de las cuales representa un enclave privilegiado para disfrutar del paisaje y es una invitación a sumergirse en la memoria de los pueblos.

EL HUERTO DEL CURA
La ciudad alicantina de Elx, alberga el mayor palmeral de Europa, con más de 200.000 ejemplares. Declarado Patrimonio de la Humanidad, El Huerto del Cura alberga más de 13.000 m2 de plantas tropicales y mediterráneas y anima a un paseo entre palmeras, granados, azofaifos, naranjos, higueras y limoneros que nos traslada a tiempos remotos. En este vergel mediterráneo y exótico declarado Jardín Artístico Nacional en 1943 se exhibe, además, el único ejemplar de palmera datilera con siete hijos, conocida como la Palmera Imperial.

OROPESA
Entre los distintos espacios naturales de esta localidad de Castellón destacan privilegiados enclaves de la costa y pequeñas playas de aguas cristalinas protegidas por acantilados que invitan a disfrutar del paisaje y del silencio. El entorno natural de Oropesa del Mar ofrece numerosas posibilidades entre el mar y la montaña a los amantes del senderismo

CUEVAS DE LA VILLA DE REQUENA
Requena, en la provincia de Valencia, es tierra de vinos cuyo origen se pierde en la historia, y de ello su mejor testimonio está en el barrio de La Villa, declarado conjunto histórico-artístico. Bajo sus calles y casas señoriales de espléndidas portadas góticas se encuentran las cuevas que eran usadas como bodega, despensa, silo e incluso refugio. Los materiales calizos extraídos al perforar la toba caliza y extraer la arcilla del subsuelo fueron usados para construir las propias viviendas. Las 22 cuevas que se encuentran bajo la plaza de la Villa son de época musulmana y tuvieron uso hasta el siglo XVII. Caídas en el olvido durante años, fueron descubiertas, vaciadas de escombros e intercomunicadas por túneles en la década de los 70 del siglo XX.

EL CASTELL DE GUADALEST
En lo alto de un peñasco, como encajado en una roca que se atraviesa por un túnel excavado en una roca por el hombre, está Guadalest, en la provincia de Alicante. Su peculiaridad es patente desde muy lejos, pero hay que acercarse a él porque su interior guarda aún más sorpresas: desde un barrio que muestra, a través de vestigios y restos, buena parte de la historia de la comarca, hasta la más completa y variada oferta museística que se pueda imaginar. El enclave, tan sorprendente como espectacular, está, además, rodeado de las sierras de Aitana, Serrella y Xortà. Todo un lujo.

EL PALMAR
A orillas del Parque Natural de La Albufera se encuentra esta singular pedanía de la ciudad de Valencia que ocupa una isla en medio de campos de arroz que conserva algunas de las tradicionales barracas de la zona. La afamada serie Cañas y Barro, de finales de los años 70, basada en la novela homónima de Vicente Blasco Ibañez, se rodó en El Palmar y sus alrededores.

PALACIO DUCAL DE LOS BORJA, GANDÍA
Situado en pleno centro histórico, junto a la colegiata de Santa María y el Ayuntamiento, el Palacio Ducal de los Borja, no solo es uno de los edificios civiles más representativos del patrimonio histórico valenciano, también ha sido testigo del devenir de la historia de la capital de la Safor desde prácticamente su nacimiento. Un arco de medio punto y un escudo de la familia da entrada a la casa natalicia de Francisco de Borja. En su interior pueden visitarse distintas estancias con elementos de los estilos arquitectónicos de seis siglos de historia: gótico, barroco, renacentista y neoclásico.

RUTA DE LOS OLIVOS MILENARIOS
Desde hace ya siglos, la localidad castellonense de Canet lo Roig está rodeada de olivos que, con el paso del tiempo, se han convertido en árboles monumentales de una belleza excepcional y una antigüedad de más de dos mil años. Su fruto, el aceite de oliva ha sido utilizado desde época de los romanos y ha dado riqueza a la comarca ayer y hoy gracias a distintos usos: alimenticio, medicinal, cosmético…

JÉRICA
Una pintoresca estampa regala la silueta de este municipio castellonense de la comarca del Alto Palancia. Sobre todo, su entramado urbano, en el que se levanta elegante la única torre mudéjar de la Comunidad Valenciana. A sus pies, el río Palancia discurre alimentando la frescura del entorno. El centro histórico posee una rica herencia secular en edificos, portales, arcos y fuentes. Y, por si fuera poco, su entorno natural otorga un conjunto casi idílico. Además de ser uno de los puntos de paso de la Vía Verde de Ojos Negros, desde la localidad es posible realizar numerosas rutas de senderismo aptas para todos los públicos.

RUTA DE LAS FUENTES SOBRE EL RÍO PALANCIA
Un olmo centenario da la bienvenida a Navajas, en las estribaciones de la sierra de Espadán y en el margen derecho del río Palancia. Bendecido por las bondades del interior mediterráneo, esta población castellonense ya fue señalada antaño como lugar de veraneo en el siglo XIX y es un lugar privilegiado para admirar su antiguo entramado árabe que contrasta con las edificaciones residenciales dispersas con tino. Historia y naturaleza habitan en este lugar del Alto Palancia en el que el agua se ha convertido en protagonista de un destacado escenario.

VIÑEDOS DE REQUENA
En otoño, un paseo entre los viñedos de Utiel-Requena es un placer para los sentidos, porque tras la vendimia, las viñas cambian de color y el verde se convierte en una extensa gama de tonos ocres y rojizos que pinta un paisaje mágico. La tierra y el clima de Requena hace que sus vinos sean muy especiales, sobre todo los tintos y rosados realizados con la variedad Bobal. Entre las uvas tintas también se cultiva la tempranillo, cencibel y la garnacha; mientras que las variedades blancas más frecuentes son la macabeo y la merseguera. La Ruta del Vino de la DO Utiel-Requena transcurre por diez municipios salpicados de viñedos (Utiel Camporrobles, Fuenterrobles, Caudete de las Fuentes, Chera, Requena, Siete Aguas, Sinarcas, Venta del Moro y Villargordo del Cabriel) y son muchas las bodegas que abren sus puertas y brindan numerosas actividades para disfrutar del enoturismo.

SANTA POLA
En este antiguo humedal cercano a Santa Pola se instalaron a principios del siglo XX un conjunto de salinas –en el Braç del Port, el Pinet...– que transformaron por completo su fisonomía. El actual parque natural protege diversos ambientes: las explotaciones salineras cercanas al mar, las balsas de agua dulce permanentemente inundadas y sus áreas periféricas; y una franja de terreno cultivado. La fauna y la flora se adaptan a las condiciones de humedad y de alta salinidad y resulta espectacular admirar las concentraciones de flamencos que se reúnen en él, que llegan a sumar varios millares de ejemplares. Las dunas del Pinet son otro punto de interés del parque, que tiene su centro de información en el Museo de la Sal de Santa Pola.

VILAFAMÉS
Por su belleza, su conservación, así como por el enclave paisajístico donde se encuentra ubicado, el conjunto histórico de Vilafamés, en Castellón, es uno de los más importantes y espectaculares de la región. Situado en la parte alta de la villa, está rodeado por una muralla del siglo XIV y encierra en su interior los edificios emblemáticos. Su trazado tiene dos zonas diferenciadas; la superior, con calles estrechas y zigzagueantes, y la inferior, de trazado lineal y calles adaptadas a la topografía. Los amantes del arte contemporáneo no pueden perderse la visita al MACVAC (Museo de Arte Contemporáneo Vicente Aguilera Cerní).

MIRADOR DE LA CRUZ DEL PORTITXOL, XÀBIA
Desde el cabo de Sant Antoni (Xàbia) hasta el cabo Blanc (Teulada) se extiende un litoral accidentado y enérgico. Las montañas béticas se zambullen en el Mediterráneo conformando un paisaje único de pequeñas calas de aguas transparentes y acantilados que superan los 150 metros de altura. Uno de los mejores miradores de este tramo del Mediterráneo es la Cruz del Portitxol de Xàbia.