Diez razones para visitar Soria todo el año (y no solo cuando hace bueno)
Soria está mejor que nunca en otoño, cuando las alamedas pintan de oro las orillas del Duero y de los fogones emana el olorcillo dulzón de los Boletus. Sí, es verdad. Pero el resto del año hay también muy buenas razones para visitarla: trufas en invierno, fiestas de devoción y otras de más jolgorio, festivales de música clásica y moderna, eventos literarios y cinematográficos... En Soria podemos morir de frío o de un atracón (comer setas y torreznos a dos carrillos), pero no de aburrimiento.