Cortijos y haciendas donde respirar la belleza de Andalucía
Despertarse con vistas a un mar de olivos, sentarse en un patio empedrado respirando el perfume de los jazmines y el frescor de las fuentes, tomarse un aperitivo de jamón de pata negra junto a la alberca. En estas casas de campo donde lo rústico se combina con el confort el lujo son estos pequeños placeres y se disfrutan con mucho gusto y sin prisa.
Rincón de descanso en la Hacienda San Rafael.
Los orígenes del Cortijo El Sotillo se remontan al siglo XVIII.
Gruesos muros, pocos vanos, patios de estilo árabe y hasta la acequia y la alberca conforman esta casa de campo tradicional que es el Cortijo Los Malenos.
Hacienda de Orán es un cortijo andaluz de paredes encaladas y torres sobresalientes rodeado de olivos y palmeras centenarios.
Casita-suite de Hacienda San Rafael.
Habitación en el Cortijo Ramón, en Jaén.
Caballos en el Cortijo de Ramón.
Panorámica de Finca Cortesín, un lujo en tierras malagueñas.
La arquitectura tradicional andaluza ha inspirado el diseño de Finca Cortesín.
Panorámica del enclave en el que se encuentra El Carligton.
En una colina con vistas al Mediterráneo, El Carligton es un cortijo para recordar.
Habitación del Cortijo del Marqués.
Piscina de Finca Buen Vino.
Patio de Finca la Fronda.
Panorámica de Hacienda El Santiscal.